El afamado actor, Pedro Infante, cono de la época del cine de oro mexicano, fue un personaje que por su gran talento logró amasar una gran fortuna, y propiedades con grandes lujos. Tal es el caso de su lujoso hogar en una de las zonas que más quería el intéprete mexicano en Mérida, el cual tras su muerte, se convirtió en un hotel que todavía contiene cosas del actor mexicano.
La casa que se encuentra ubicada en la Av. Aviación número 587, entre las calles 73 y 75, en la colonia Sambula, en Mérida contaba con lugares como una peluquería, gimnasio, sala de cine, capilla, salón de fiesta, billar, alberca, bar, amplios jardines, una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, boliche y hasta un simulador de vuelos, según lo explicado en la pagina web del hotel.
Según el portal web del hotel, por todo el lugar hay cuadros con fotografías de Pedro Infante acompañado de otras importantes figuras de la época de oro del cine mexicano, como por ejemplo: Silvia Pinal y María Félix.
Entre lo más destacado se puede encontrar uno de los muros de la residencia donde se puede apreciar un mural dedicado al intérprete de Los Tres Huastecos, además, por todo el hotel están distribuidas imágenes en tamaño real de cartón a blanco y negro, de los personajes más emblemáticos que interpretó Pedro en las más de 50 películas que realizó a lo largo y ancho de su carrera.
Asimismo, uno de los espacios más llamativos de la que fuera casa del también exitoso cantante, es una galería llamada Amorcito Corazón, ubicada dentro del hotel, en la que se exhiben muebles, ropa, sombreros, zapatos, inclusive, hay un pedazo del avión en el que falleció el renombrado actor.
En 2021 se cumplieron 64 años de la muerte de Pedro Infante, en aquel trágico accidente aéreo registrado un 15 de abril de 1957 en Mérida, Yucatán. Su hija, Lupita Infante explicó para el portal independiente Yucatán Ahora, que la zona donde falleció el cantautor mexicano siempre fue uno de sus lugares más queridos y que en diversas ocasiones lo iba visitar, siempre con su avión privado.
“Mérida era su oasis, su descanso, el compró ahí su casa, pero cuando murió se apoderaron de ella con millones de cosas, dicen que pasó mucho tiempo y los closets seguían llenos de ropa de mi papá, luego se convirtió en un hotel”, aseveró para el portal independiente.
“[...] El lugar que mas amó mi papá que fue Yucatán, Mérida en especial, todo, hasta en Campeche tuvo amigos, vecinos, pusimos un museo, porque luego se pasaba en su avioneta para allá”, señaló su hija, Lupita Infante para el portal local.
Sin embargo, esta no es la única casa que amasó el intérprete de la época del cine de oro mexicano, se sabe que Pedro Infante viajaba a diversos lugares donde compraba casas por su atractivo visual, comodidad y por la relación con la gente, como fue el caso de “Ciudad Infante”, un terreno que constaba de 10 hectáreas, en el kilómetro 18.5 de la carretera México-Toluca.
Los hogares del ícono mexicano siempre se caracterizaron por ser lugares lejanos, reservados y con mucha suntuosidad. Ya que a Infante le gustaba la privacidad para ir a descansar, prepararse físicamente, repasar libretos de las películas en las que participaba y ensayarlas sin alguna incomodidad.
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