Yuri se ha visto envuelta en varias polémicas recientemente, sin embargo, hace un tiempo confesó que después de contraer COVID-19, una de las secuelas que le quedó fue la disautonomía. La cual es una enfermedad producida por un trastorno en la regulación del sistema nervioso, que es quien maneja un sinfín de procesos en el cuerpo.
De acuerdo con la jarocha, este padecimiento tiene varias manifestaciones, por lo que, en ocasiones llega a ser confundido con epilepsia, anemia, hipotiroidismo o crisis de pánico.
“Esta temporada me agarró un poco enferma, pero mantengo mi energía porque soy positiva. Confieso que, con la disautonomía ha sido, pues no difícil, porque gracias a Dios entré al programa sabiendo mi diagnóstico cuando ya estaba bajo tratamiento y eso me ayudó mucho porque yo creo que sino me hubieran diagnosticado la enfermedad y hubiera entrado yo al show, tendría que haberlo abortado”, señaló para TVyNovelas.
La conductora del famoso programa de Televisa, ¿Quién es la máscara?, relató que los síntomas que provoca la enfermedad son bastante complejos, por ello, sin un diagnóstico le hubiera sido muy difícil llevar el ritmo de las grabaciones de este show.
“(cuando comenzamos a grabar) ya tenía como tres semanas con tratamiento y la enfermedad ya estaba controlada. Es por eso que hice el programa. Claro, sí ha habido momentos en los que he tenido ataques de ansiedad que puedo controlar en plena grabación, porque hay ataques que me dan más leves, pero hay otros más grandes”, dijo.
En este sentido,, la intérprete de Maldita primavera añadió que hubo una emisión que no pudo terminar de filmar, ya que era la una de la madrugada y su cuerpo no aguantó la exigencia.
“La disautonomía me ha quitado fuerzas, entonces, imagínense lo que es estar despierta desde las 6 de la mañana, durmiendo dos horas, mi cuerpo no lo soportaba, me dio un ataque de ansiedad muy fuerte, me subió la presión, terminé a medias el programa”, confesó la veracruzana.
No obstante, Yuri aprovechó para confesar que, además de los momentos difíciles, el programa ha sido un apoyo para ella.
“Me ha ayudado a sanarme, aunque me controlo solamente con pastillas, con meditación y con respiraciones, tampoco me gusta estar dopada todo el tiempo, porque voy a trabajar y como soy tan hiperactiva, los tranquilizantes no me gustan mucho”, concluyó.
Qué es la disautonomía
En cuanto a la disautonomía, la Secretaría de Salud del Gobierno de México publicó un boletín para informar en qué consiste, con el objetivo de que las posibles víctimas puedan identificar el padecimiento y tratarlo correctamente con ayuda de un especialista.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, la enfermedad se debe a “una falla del sistema nervioso central autónomo, encargado de regular funciones vitales como la respiración y el funcionamiento del sistema gastrointestinal”.
Entre los principales síntomas de la disautonomía, destacan la taquicardia, mareo, debilidad o cansancio, dificultad cognitiva y la visión borrosa. También es capaz de afectar a personas de cualquier tipo.
En caso de haber sido diagnosticado con el padecimiento se recomienda “no permanecer mucho tiempo de pie, moverse constantemente y contraer los músculos de las extremidades para estimular la circulación sanguínea y evitar el desvanecimiento”.
“Se debe comer cada dos o tres horas en pequeñas porciones; reducir el consumo de azúcares simples como refrescos y pasteles; cuidar la ingesta de sal y mantenerse hidratados con líquidos variados, como agua de coco, agua mineral y jugos para evitar que los síntomas se agudicen”, puntualizó la responsable de Nutrición Clínica en la Unidad Médico Quirúrgica del Hospital Juárez.
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