YosStop salió de la cárcel hace dos semanas, después de haber llegado a un acuerdo con la víctima para recuperar su libertad, tras haber sido acusada por presuntos delitos relacionados al almacenamiento de pornografía infantil. Ahora la youtuber reveló cómo fueron esos meses dentro del penal de Santa Martha Acatitla y lo que piensa sobre sus actos que la llevaron a ser denunciada.
El pasado 1 de diciembre, Yoseline Hoffman logró su libertad bajo distintas condiciones después de que llegó a un acuerdo con Ainara Suárez, la joven que la denunció por haber expuesto un video en donde se ve cómo ella fue abusada sexualmente.
A casi dos semanas de su liberación, YosStop hizo una transmisión en vivo con Saskia Niño de Rivera, una activista en materia penitenciaria que desde meses atrás mostró preocupación por la youtuber estando presa.
La Hoffman reveló que la incertidumbre inundó su vida desde que policías llegaron a su casa para aprehenderla, pues ni ella ni sus abogados esperaban que algo así sucediera, por lo que pensaron que sólo estaría en el penal por siete días, tiempo que le parecía a Yoseline inconcebible, y que después se convirtió en meses.
“‘Yos, así va a tener que hacer, necesitamos siete días para preparar tu defensa’”, recordó las palabras de sus representantes legales. Aunado a esto, una de las personas que la recibieron en la cárcel le aseguraron que su caso no era tan sencillo, por lo que le podía asegurar que estaría presa por más de una semana, algo que no le sentó bien, pero que le permitió conocer lo que le esperaba.
La influencer reveló que su primera semana tras las rejas fueron los días más difíciles, pues no lograba dormir y sufrió de constantes crisis de ansiedad, inclusive la tenían que medicar para que pudiera permanecer tranquila.
Además, mencionó que durante esos días no tuvo la oportunidad de higienizarse de forma correcta, pues no podía bañarse ni cepillarse los dientes durante el ingreso, que es una área en donde la gente está en constante movimiento.
También, una de las cosas que más se le dificultaban era el distraer su mente con diferentes actividades, pues no había algo en la cárcel con qué se pudiera entretener. “El tiempo como que se pausa, se detiene, y afuera no, afuera sigue (…) todos los días son iguales, nada cambia”, reflexionó.
Yoseline definió su tiempo encarcelada como “una muerte de mi misma” y como una gran lección que le permitió valorar, así como soltar a aquellas cosas de las que ya no tenía control una vez que se vio privada de su libertad.
“Todo el mundo tiene un pie dentro de la cárcel”
La creadora de contenido compartió que ahora está interesada en poder ayudar a aquellas mujeres que se encuentran presas por prisión preventiva por más de una década y no han logrado obtener su sentencia. También está dispuesta a retomar su vida y ya tiene ideas de cómo reestructurar el contenido que compartirá.
Finalmente, aseguró que ella no se merecía haber estado presa, y que muchas otras personas ahí tampoco deberían de estar tras las rejas. “No, no creo que me lo merecía, definitivamente no, pero creo que todo pasa por algo”, mencionó.
Por la misma razón, piensa que por alguna razón llegó al penal y esta experiencia le permitió reflexionar sobre diferentes aspectos de su vida, tanto que obtuvo su libertad estando completamente tranquila consigo misma.
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