El fallecimiento de Vicente Fernández ha conmocionado al público mexicano y más allá de las fronteras nacionales donde la música del charro ayudó a construir una identidad. Con una amplia trayectoria en la música, cine y televisión, el charro de Huentitán fallecido a los 81 años deja un legado en el ámbito del entretenimiento y cultural del país.
Y es que el intérprete de La ley del monte había sido el patriarca hasta su último suspiro de la llama Dinastía Fernández, derivada de la familia que formó al lado de su hoy viuda María del Refugio Cuquita Abarca, con quien procreó a sus hijos Vicente Junior, Gerardo y Alejandro Fernández, también llamados “Los tres potrillos”.
Además de sus hijos, el fallecido exponente de la música vernácula extendió su legado artístico a sus nietos, entre ellos Alex y Camila Fernández, quienes ya han iniciado su carrera musical en la escena del regional mexicano.
Pero es otro exponente del género quien también ha estado ligado al cantante de Estos celos, se trata de Pedro Fernández, quien fue descubierto desde muy niño por Chente.
Pese a que “comparten” apellido, no existe un nexo sanguíneo entre el charro y el cantante de El aventurero, quien lleva por nombre real el de José Martín Cuevas. Fue cuando tenía seis años que el artista, ayudado por su padre José Luis Cuevas Cobos, buscó una oportunidad en el medio musical, donde Vicente le tendió la mano al presenciar su actuación en un palenque en Jalisco.
Tras conocer el talento del pequeño, Chente le consiguió un contrato con la disquera CBS, con lo que “Pedrito” cimentó su carrera al adoptar el apellido de su padrino: Fernández, además del nombre de una leyenda del género, Pedro Infante.
Con el contrato vino la canción La de la mochila azul, tema con el que Pedrito Fernández alcanzó la fama a su corta edad y desde entonces ambos cantantes tuvieron una amistad y un fuerte vínculo que hizo creer al público que el pequeño artista en efecto era hijo de Don Vicente.
Así lo recordó el fallecido actor, empresario y exponente de la vernácula mexicana:
“Pedro no cuenta la historia como es, porque es más tierna. Yo cantaba ese día en Tlaquepaque y llega un señor y me lleva a un niño de este tamaño, de chiquito era muy chaparrillo, y me dice ‘déjalo cantar’ una canción del papá. Y me cantó una que se llama Mi terruño y me cantó una que yo grabé, que se llama Las carreras de caballos…y lo oí y me quedé con la boca abierta. Cantó y de ahí le firmaron el contrato, de ahí viene la historia de Raúl Velasco al rancho a Tlaquepaque y estaba muy de moda”, recordó el fallecido cantante hace un par de años para el programa De primera mano.
“Le pega La mochila azul a Pedrito y entonces yo llevo a Alejandro chiquito, y le puse una canción muy trabajosa, que fue Alejandra, con el mariachi Vargas, y se le olvida la canción, y salgo yo como toro, y él quiso cantar y se me salieron las lagrimotas, y le dije ‘cante, cante otra, pues’, y empieza con La mochila azul, y le abrió, yo no sabía que tenía esa voz, a los cuatro años. Y todo mundo creía que Pedrito era hijo mío, entonces La mochila azul hizo a Pedro e hizo al Potrillo”, añadió entonces.
Tras conocerse el fallecimiento del artista, Pedro Fernández dedicó un emotivo mensaje a quien fuera su padrino musical, así lo expresó en su cuenta de Twitter:
“Muchas gracias, padrino, vivirás en mi mente y en mi corazón. Gracias por el bello gesto que tuviste para el inicio de mi carrera. Te recodaremos siempre a través del legado maravilloso de tus canciones. Que Dios te tenga en su Gloria. Mi más sentido pésame para toda su familia”, escribió el intérprete en el mensaje que al momento acumula más de 2 mil favs.
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