El legado que dejó Vicente Fernández es innegable. Su voz y su talento retumbaron en prácticamente todo el mundo. Ya sea en las borracheras de la gente, un entretenido palenque o al festejar a la Virgen de Guadalupe cada 12 de diciembre, en cualquier escenario, sus canciones estaban presentes.
Su amor por la “Morenita del Tepeyac” fue sumamente grande. Como buen devoto guadalupano, sus interpretaciones nunca faltaron cada año. Su canción Hermoso cariño, compuesta por Fernando Z. Maldonado, siempre se escucha en las iglesias y hogares religiosos, a pesar de que no fue escrita específicamente para la Virgen.
La voz del “Charro de Huentitán” siempre estuvo presente en las mañanitas dedicadas a la Virgen de Guadalupe, aunque este 2021 no pudo continuar su tradición debido a su muerte, aunque, como premio, la “emperatriz de América” lo recibió con los brazos abiertos.
Desde sus inicios en la música, en su natal Huentitán el Alto, Fernández utilizó su talento para conmemorar los 12 de diciembre en el templo de aquel territorio. Aunque su reconocimiento internacional tardó, los pobladores siempre escuchaban sus interpretaciones.
No obstante, con el paso del tiempo, su fama creció, pero él nunca dejó de visitar su pueblo, a su gente y a la Virgen. Con ello, cada rincón de la iglesia se llenaba más y más de sus fanáticos que se daban cita sí para orar y agradecer, aunque también para oír a su ídolo de manera gratuita, situación que impedía el paso a los fieles que siempre buscaban entrar a venerarla.
Es por esto que un día, el Vaticano redactó y le envió una orden al párroco de Huentitán el Alto para que hablara con “Don Chente” con el objetivo de impedir su presencia el 12 de diciembre, pues eso le quitaba protagonismo a la Virgen.
No querían impedir el canto de las mañanitas, sólo buscaron posponerlo a otra fecha en la que no hubiera tanta gente dentro de la iglesia. Desde ese momento, el “Charro de Huentitán” aceptó la propuesta y decidió presentarse en fechas diferentes.
Dicha anécdota no está consignada, por ello es considerada una especie de leyenda en Zapopan, Jalisco, aunque, debido a la fama alcanzada por Vicente Fernández, no sería complicado creerla si en algún momento su familia o alguna institución religiosa la confirma.
La muerte de Vicente Fernández
Vicente Fernández falleció este 12 de diciembre a las 6:15 am a los 81 años de edad por una falla multiorgánica, indicó su médico, aunque las versiones de la familia señalaron que su deceso se debió al síndrome de Guillain-Barré que le fue detectado hace algunos meses.
El pasado mes de agosto, el “Charro de Huentitán” tuvo que ser hospitalizado debido a complicaciones derivadas de la caída que sufrió en su rancho Los Tres Potrillos, en Jalisco, misma que le causó un Traumatismo Raquimedular (TRM) que complicó su estado de salud con el paso del tiempo.
¿Qué es un traumatismo raquimedular?
De acuerdo con el médico Santiago Moreno García, de la Universidad Nacional de Colombia, este padecimiento es el nombre que se le da a un grupo de lesiones de distintas estructuras de la columna vertebral en cualquiera de sus niveles. Menciona que la mayor parte de los pacientes lo sufren por accidentes de tránsito o laborales.
Estos daños comienzan con lo que Gonzalo Arriagada, Cirujano de Columna del Centro de Columna Clínica Las Condes en Santiago, Chile, denomina como “lesión primaria”, la cual es provocada por la “energía del trauma”, misma que desencadena una falla biomecánica de las estructuras que estabilizan la columna (hueso y ligamentos).
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