Pedro Infante se caracterizó por ser una estrella humilde y de los actores más simpáticos del cine mexicano, sin embargo hay quienes aseguraron que en algunas ocasiones fue una persona difícil, como Luis Aguilar, quien nunca pudo ser amigo del Ídolo.
Una de las cintas que inmortalizó a Pedro Infante fue A.T.M. ¡A toda máquina! (1951), en donde encarnó a “Pedro Chávez” miembro del Escuadrón de Motociclistas de Tránsito de la Ciudad de México y compañero de “Luis Macías”, interpretado por Luis Aguilar.
Esta película dirigida por Ismael Rodríguez fue un homenaje Escuadrón de la Policía de Tránsito de la Ciudad de México a través del cual se tenía planeado dar una buena imagen de la policía mexicana a los ciudadanos, por tanto la idea de retratar a un par de amigos dentro de esta institución, interpretados por dos de las estrellas de la época, se proyectaba como un muy buen resultado.
El filme sí fue muy buen recibido por el público, pues en la pantalla parecía que en verdad los cantantes eran amigos muy cercanos, lo que permitía que su interacción en la película fuera así de buena, pero no lo fue así en la vida real.
Pedro Infante tenía la fama de ser ya uno de los actores más sobresalientes de la época, por lo que trabajar con él significaba aceptar que posiblemente su imagen pudiera opacar al trabajo de cualquier otro dentro del elenco.
En el caso particular de Luis Aguilar, él aceptó trabajar en A.T.M. ¡A toda máquina! porque lo vio como una gran oportunidad, sabiendo que tendría que compartir protagonismo con el Ídolo de México, no sólo poniendo a prueba sus capacidades en la actuación, sino también teniendo por seguro que sería una cinta aclamada por el público.
Nunca hubo rivalidad entre los artistas porque Ismael Rodríguez se esforzó por mantener a los dos actores al mismo nivel, no darle prioridad a uno sobre el otro y que los dos se llevaran los aplausos, pero los protagonistas simplemente no lograron formar una amistad porque Pedro Infante habría sido una persona tan reservada en ese momento que prefería pasar sus descansos solo, alejado de todos sus compañeros.
El sinaloense, teniendo a la mano las motocicletas que utilizaban en el rodaje, optaba por dar vueltas por la ciudad con su alguna de las Harley-Davinson como el buen apasionado de la velocidad que era, otras veces optaba por simplemente comer solo en su camerino o reunirse con los técnicos.
Pese al distanciamiento que tuvo con los demás actores, ninguno tuvo algún comentario negativo qué decir sobre el intérprete de Cien años, pues cuando se veía obligado a convivir con sus compañeros siempre se comportó como un agradable colega.
Aunque no pudieron llevar la amistad de la pantalla a la vida real, el mismo Luis Aguilar llegó a hablar de lo mucho que admiraba a Pedro Infante por su talento al actuar y cantar.
El éxito de esta primera película del dueto de policías permitió que se lanzara la secuela ¿Qué te ha dado esa mujer? (1952), en la que los amigos ahora se involucran en un triángulo amoroso por “Yolanda” y “Marianela”, dos jóvenes que se roban el corazón del par.
La buena química entre los actores habría dado paso a que el cineasta Rogelio A. González los reuniera nuevamente en Ando volando bajo (1957), sin embargo, la muerte de Infante truncó este plan, por lo que finalmente los protagonistas fueron Luis Aguilar y Pedro Armendáriz.
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