George Clooney reveló que rechazó una oferta de 35 millones de dólares por un sólo día de trabajo y que no se arrepiente de haberlo hecho. El actor ganador de un premio Oscar y uno de los mejor pagos de la industria del cine mundial, señaló que lo hizo por principios éticos y que no se arrepiente de haberlo decidido de esa forma en conjunto con su esposa, la abogada de derechos humanos, Amal Clooney.
En una entrevista concedida a la periodista Hadley Freeman del diario británico The Guardian, Clooney no quiso revelar quién fue el generoso oferente, aunque aclaró que se trataba de la línea aérea de un estado. Aunque pensó mucho en la oferta que le hicieron llegar, el artista señaló que no podría dormir tranquilo sabiendo que había aceptado un trabajo de parte de un país donde no se respetan los derechos humanos.
Consultado sobre si alguna vez había rechazo algún trabajo, el actor de 60 años, contó: “Pues sí. Me ofrecieron 35 millones de dólares por un día de trabajo para un anuncio de una aerolínea, pero lo hablé con Amal y decidimos que no merecía la pena. Estaba asociado con un país que, aunque es un aliado, es cuestionable a veces, y entonces pensé: ‘Bueno, si me quita un minuto de sueño, no vale la pena’”.
Claro que la decisión de Clooney tiene un respaldo detrás. Su fortuna está calculada entre 250 y 500 millones de dólares, no sólo por los papeles que interpretó a lo largo de sus años como actor, sino también como hombre de negocios y figura principal de grandes marcas. Dos ejemplos: su empresa de tequila Casamigos fue vendida hace cuatro años por casi mil millones de dólares. Él era uno de los cofundadores. Por otro lado, su contrato de hace dos décadas con Nespresso le valió hasta el momento 40 millones de dólares.
Ese compromiso con los derechos humanos no es nuevo. Clooney y su esposa siempre se mostraron activos en causas sensibles y trataron de mantener un perfil bajo pese a la fabulosa carrera artística que le dio una popularidad planetaria. De hecho, ambos tratan de criar a sus mellizos de cuatro años de la manera más “normal” posible, tratando de ser ellos quienes estén a disposición la mayor parte del tiempo, sin terceros que interfieran en su educación.
Freeman le preguntó si tenían un ejército de nannies en su casa de Italia y Clooney respondió: “No, porque es muy importante para Amal estar involucrada. Tenemos una niñera cuatro días a la semana y el resto del tiempo estamos solos. Y durante el encierro estuvimos solos, ¡durante todo un año! Me sentía como mi madre en 1964, lavando platos y seis cargas de ropa al día”.
La intimidad de su familia
Hace apenas semanas, Clooney le ha pedido a la prensa no publicar imágenes de sus hijos para evitar ponerlos en peligro. El ganador del Oscar dijo que su esposa -como abogada de derechos humanos- lidia con personas peligrosas lo que podría dejar a sus hijos como blanco en caso de que alguien quiera vengar su trabajo.
“El tipo de trabajo que mi esposa realiza la lleva a confrontar y juzgar a grupos terroristas, por lo que debemos tomar todas las precauciones posibles para mantener a nuestra familia a salvo”, dijo el protagonista de “Ocean’s 11″ en una carta abierta que fue publicada en la revista Variety. “No podemos proteger a nuestros hijos si una publicación coloca sus rostros en la portada”, agregó.
El actor de 60 años mencionó en su carta al Daily Mail y otras publicaciones, y dijo que decidió escribir la carta al ver que circulaban fotos del hijo de un año de la actriz Billie Lourd. Lourd, de 29 años, es hija de la fallecida actriz Carrie Fisher. “Habiendo visto fotos del bebé de un año de Billie Lourd en sus publicaciones, y tras el hecho de que posteriormente hayan quitado esas fotos, les pedimos que se abstengan de poner las caras de nuestros hijos en sus artículos”, expresó Clooney en el texto.
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