Joaquín Cordero fue uno de los actores que triunfó con su participación en Pepe el Toro y que colaboró para que esta película tuviera gran éxito en taquilla, sin embargo, su relación con el protagonista de la cinta, Pedro Infante, no fue la mejor, lo que terminó en un enfrentamiento entre los actores que casi llega a la tragedia.
Pepe el Toro fue la película en la que Pedro Infante tuvo la oportunidad de cumplir su sueño de convertirse en boxeador profesional, aunque sólo fuera de un personaje más. En la trama de la historia se reúne con Lalo Gallardo, amigo de la infancia de Pepe.
Lalo es interpretado por Joaquín Cordero, quien antes ya había tenido papeles de boxeador y era el actor ideal para ponerlo en el ring al lado del Ídolo de Guamúchil, así como a Wolf Ruvinskis, quien sí era pugilista profesional en la vida real.
Según narró Cordero en La historia detrás del mito, cuando Ismael Rodríguez le propuso trabajar junto a Infante, él aceptó gustoso, pues otros compañeros y la prensa le habían hecho saber que era una persona muy talentosa, pero sobre todo humilde, además de que era la estrella del momento.
En su mente tenía muy presente la escena de Ustedes los ricos en donde el Torito fallece tras una explosión, pues Pedro Infante lloró la muerte del niño como parte de su guion, pero una vez que terminó de grabarse la secuencia, el actor continuó llorando debido a que esa fue su forma de desahogarse por la muerte de una de las hijas que tuvo con Lupita Torrentera.
A Joaquín lo había conmovido esta historia que había sido difundida por el elenco y el mismo Rodríguez, así que con la idea de que Infante era una persona muy cálida, llegó a su primer día con sus compañeros del rodaje.
Joaquín se presentó en el set de Pepe el Toro emocionado, sabiendo que iba a actuar con un artista al que admiraba mucho y al que se había convertido en uno de los actores y cantantes más queridos por el público mexicano.
No obstante, la imagen casi perfecta que tenía del Ídolo del Pueblo se derrumbó cuando le dirigió la palabra por primera vez.
“Caray, qué contento estoy y qué satisfecho de estar trabajando contigo porque eres una gran figura, eres una gran persona, eres un gran actor y para mí es una satisfacción y un honor estar contigo”, recordaba Joaquín haberle dicho a Pedro Infante.
Sin embargo, el sinaloense ni siquiera lo habría volteado a ver, no le agradeció y tampoco le respondió con gesto alguno, sino que se levantó de donde estaban ambos y silbando se dirigió a la ventana más cercana. Este fue sólo el primero de sus roces a lo largo del rodaje del filme.
Cuando ya les tocó ir al ring, el intérprete de Amorcito Corazón ponía todo su esmero en los golpes que propinaba, aunque se tratara de una actuación, pero esto no le gustó a Cordero ya que normalmente los actores no lanzaban golpes reales para no lastimar a su compañero.
Joaquín le pidió a Infante no ser tan rudo al momento de golpearlo, pues si no él tendría que responder de la misma forma, a lo que el Ídolo contestó: “¿Y qué? ¿Estás manco?”. Esto llevó a que los dos actores, ya molestos, protagonizaran una lucha real.
Lalo Gallardo sólo se detuvo porque sabía que su compañero tenía una placa de titanio en el cráneo y que si lo llegaba a golpear en la cabeza, podría ocurrir una tragedia. Así que nuevamente confrontó a Pedro, diciéndole que podría llegar a matarlo si le respondía de la misma forma los golpes, por lo que los dos se tranquilizaron y decidieron llegar hasta la culminación del rodaje de forma pacífica.
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