En el año 2004, Edith González no solo era una de las actrices más destacadas y populares en los melodramas de la “Fábrica de Sueños”, sino también comenzaba una faceta de protagónicos de telenovelas que hoy soy clásicos de la televisión mexicana como: Corazón Salvaje, Nunca Te Olvidaré, Salomé o Bianca Vidal. En ese año la actriz tomó un reto nuevo en su carrera y decidió protagonizar Mujer de Madera, que estaba a cargo de Emilio Larrosa y tenía una temática algo adelantada para su época, la tala indiscriminada de árboles.
A lado de Jaime Camil y Gabriel Soto, este melodrama tomó el horario estelar de Televisa -9 de la noche- y se convirtió en una de las apuestas más grandes de la televisora de San Ángel. Si bien la historia tenía mucho potencial, una inesperada noticia cambió el rumbo de toda la telenovela al grado de que tuvo que ser reescrita para que pudiera seguir al aire.
Edith González a solo 3 meses de grabaciones y ya estando la telenovela en transición recibió la sorpresa de que se convertiría en madre de su única hija, Constanza Creel González. Aunque la actriz en ese momento y en futuras ocasiones mencionó que “no había sido algo planeado” la reacción de la Edith fue positiva, pero eso no ayudó a que la empresa considerara utilizar el embarazo dentro de la historia.
Televisa tenía dos opciones: continuar con Edith González o buscar un reemplazo. Aunque sus compañeros de trabajo y la producción se mostraron a favor de seguir con ella dentro del rol protagónico de Mujer de Madera, la televisora más antigua del país optó por iniciar un casting para encontrar otra actriz, situación que González no tomó del todo mal, ya que tiempo después mencionó que el haber estado al pendiente de su proceso de embarazo fue una gran experiencia y la mejor decisión.
De esta manera llegó la actriz Ana Patricia Rojo -quien hasta el momento no había tenido un rol protagónico en ninguna producción- a suplir a Edith González dentro de la novela, quedándose con el personaje de “Marissa Santibáñez Villalpando”. Rojo venía de realizar grandes actuaciones dentro de telenovelas como María la del Barrio, Bendita Mentira, Esmeralda o Vivo Por Elena, pero dentro de todas ellas desarrolló papeles de grandes villanas que no le ayudaron en nada al momento de realizar un personaje “bueno”, ya que las personas la asociaban con “la maldad”.
“En ningún momento hubo un ‘quitarle nada a nadie’. Simplemente fue un caso en el que un personaje que ya no estaba siendo realizado por ella, pues ahora estaba disponible para cualquiera de las actrices que el productor eligiera dentro de ese casting y pues la ganadora fui yo, entonces yo me quede con ese personaje. En ningún momento fue algo personal, en ningún momento yo tuve que ver con el proceso. Si fue muy polémico, teníamos características físicas muy distintas, había grandes diferencias entre ambas, pero yo estoy segura que en ningún momento ella sintió que hubiera algo personal entre ella y yo”, mencionó la actriz a Ventaneando en el 2019.
Emilio Larrosa cambió por completo la historia. El rostro de “Marissa Santibáñez Villalpando” cambió de un momento a otro tras sufrir un accidente en el bosque donde el fuego terminó por quemarlo todo; tras varias cirugías, “Marissa” enfrentó al mundo y los dos hombres que la pretendían “siendo una nueva mujer”.
Después de que Edith González se convirtió en madre, retomó su carrera y comenzó a trabajar en producciones como Mundo de fieras, Palabra de mujer, Doña Bárbara, así como Camaleones, su última telenovela en Televisa.
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