Emilio Azcárraga Milmo fue uno de los empresarios más ricos, influyentes y poderosos de México durante la segunda mitad del siglo XX. Tras haber heredado Televisa, proyecto impulsado por su padre, logró consolidar a la empresa de medios de comunicación como una de las más importantes a nivel global, pues cuando tomó las riendas de la empresa logró internacionalizar sus contenidos, principalmente las telenovelas.
A lo largo de su historia, la televisora ha sido objeto de polémica debido a los contratos de exclusividad otorgados a algunas personalidades, pero también por haber vetado a actores y actrices que participaron en otros proyectos o que llegaron a tener encontronazos con “El Tigre” Azcárraga, entre ellos Chavela Vargas, Verónica Castro, Lucía Méndez, Angélica María y Carlos Villagrán, quien dio vida a Quico en la famosa comedia de El Chavo del 8.
De acuerdo con la investigación realizada por por periodistas Andrew Paxman y Claudia Fernández, la cual quedó asentada en su obra El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, el empresario logró reunir para 1992 una riqueza que fue estimada en USD 2,800 millones, con lo cual logró colocarse en la cima de las clasificaciones anuales de las revistas estadounidenses Forbes y Fortune, en las que se señaló que el dueño de Televisa “podría ser el hombre más rico de Latinoamérica”.
No obstante, fue hasta 1993 cuando Forbes confirmó lo que previamente se sugirió , pues “sin lugar a dudas”, Azcárraga Milmo se convirtió en el empresario más rico de América Latina, con una fortuna estimada en USD 5,100 millones, casi el doble de lo previsto un año antes. De este modo, Azcárraga compartió parte de su fortuna con actores y actrices que gozaron de contratos de exclusividad mientras él estuvo al frente de la televisora, hasta 1997.
Según la investigación de Paxman y Fernández, hubo estrellas de telenovelas que llegaron a tener exclusividades de USD 100,000 a USD 1,000,000 anual. Además, los artistas principiantes ganaban hasta 12,000 dólares y todos los que firmaban el contrato de exclusividad ganaban una cifra adicional mientras participaban en algún melodrama. “A cambio, se comprometían a representar a cualquier papel que Televisa les asignara, a no hablar con la prensa sin autorización y a abstenerse de cualquier actividad fuera de la pantalla chica que pudiera dañar su imagen.
Con las exclusividades, también llegó a hablarse de los temidos vetos ordenados por “El Tigre”. no de los vetos más polémicos fue el de Verónica Castro, una de las actrices que más se popularizó en la década de los 80 tras su participación en melodramas como Los ricos también lloran y El derecho de nacer. Se dice que Azcárraga Milmo ordenó el veto de la actriz luego de que ésta accedió a realizar algunas grabaciones de melodramas en Argentina, lo cual no le agradó al empresario.
También fue vetada Lucía Méndez, quien actualmente tiene 66 años. De acuerdo con diferentes versiones, la actriz enfureció a Azcárraga Milmo a raíz de un permiso que pidió la actriz a la televisora para trabajar en otros proyectos, el cual le fue concedido.
El proyecto en el que participó fuera de Televisa fue la telenovela Marielena, producida por la cadena estadounidense Telemundo, la cual también se transmitió a través de la empresa rival de la televisora de San Ángel: TV Azteca. Fue en ese momento cuando Azcárraga Milmo vetó a una de las estrellas de la época, ya que no estaba permitido que apareciera de forma simultánea en la empresa de Ricardo Salinas Pliego.
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