Jorge Negrete fue de los artistas mexicanos más queridos a nivel internacional, pues su talento conquistó a el público de toda América y algunos países de Europa, como fue el caso de España, lugar en el que el Charro Cantor provocó tal conmoción entre las mujeres que fue su llegada fue plasmada por todos los periódicos del momento.
En la década de 1940, Jorge Negrete ya gozaba de gran éxito en pantalla gracias a películas como ¡Ay, Jalisco, no te rajes!, cinta con la que saltó a la fama en toda Latinoamérica, y con El Peñón de las Ánimas, filme en que debutó María Félix, llegó a países Europeos.
El Charro Cantor, por su atractivo y talento al cantar y actuar, se convirtió en un símbolo de la masculinidad en la misma década, por lo que para sus fans era todo un honor poder llegar a verlo cuando se presentaba en algún evento.
En medio de una gira por toda América Latina, Negrete decidió aceptar visitar España, país en el que ya era reconocido como el ícono de México. Durante años, el cantante se había negado a ir a este país pues esa era su forma de expresar su desacuerdo con la situación política.
Pese a que él era descendiente de españoles, argumentó que no estaba dispuesto a visitar España por la dictadura de Francisco Franco, pues el se consideraba demócrata y liberal, sin embargo, terminó filmando varias películas ahí, e incluso se presentó en concierto en muchas ocasiones.
Antes de que sus viajes a Europa se convirtieran en un constante, su llegada a Madrid era tan esperada que en la Estación del Norte de la ciudad se reunieron miles de mujeres y todas ellas se arremolinaron queriendo ver y tocar al intérprete de Yo soy mexicano.
Procedente de Francia, Negrete no esperaba un recibimiento tan afectuoso, pues se sintió como si estuviera llegando a su propio país entre tantas personas luchando por apreciarlo de cerca.
En el lugar ya se encontraba la Guardia Civil preparada para resguardar la seguridad del actor, no obstante, sus fanáticas lograron traspasar en varias ocasiones la barrera de protección, le arrebataron de su traje varios botones y sufrió algunos rasguños en las manos.
Existe la versión de que la respuesta a esta acalorada bienvenida y lo que vivió en sus días siguientes en Madrid fue: “¿Es que en España no hay hombres?”, causando una gran polémica entre el público masculino.
Jorge había llegado a la capital como invitado al Primer Congreso Cinematográfico Hispanoamericano, siendo el representante de México, también para filmar las primeras secuencias de Jalisco canta en Sevilla, película que su hermano David lo convenció de hacerla. Su visita tuvo tanto éxito que fue la primera de muchas porque rápidamente se vio rodeado de nuevos proyectos profesionales.
Durante esta primera visita, según El País, el protagonista de Dos tipos de cuidado dio un paseo en caballo por la Gran Vía de Madrid, vestido de forma impecable como un charro, pero la emoción de sus seguidoras y sus esfuerzos por tenerlo de cerca hicieron que regresara a su hotel con el traje hecho jirones, con rasguños por todos lados y, de nuevo, sin botones.
Cuando el Charro Cantor terminó de grabar Jalisco canta en Sevilla, no pudo desaprovechar su popularidad en España, así que comenzó una gira acompañado del Trío Calaveras y otros artistas de la zona, pero al poco tiempo mandó llamar al Mariachi Vargas, triunfando en cada presentación que tuvo, llegando hasta África.
El impacto que tuvo Jorge Negrete en España fue tan grande que para ese momento se ganó la fama de ser el artista mexicano más importante a nivel iberoamericano.
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