Jorge Negrete, además de cautivar al público con su talentosa voz y desempeño en la actuación, era capaz de conquistar el corazón de sus fans con su físico, pues su belleza era admirada por el público, sin embargo, el compromiso que sentía por su trabajo lo llevó a desfigurar su rostro y cuerpo con tal de representar a un personaje para una película.
El llamado Charro Cantor se caracterizaba por ser un galán del cine, sus miles de fans admiraban su porte, su elegancia y lo atractivo que podía llegar a ser en la pantalla grande. Filmes como ¡Ay, Jalisco, no te rajes!, Dos tipos de cuidado y Allá en el rancho grande fueron las que más agradaron al público por resaltar las cualidades de negrete, pero entre las producciones menos conocidas que estelarizó, hay una en la que rompió con su propia estética.
En las películas que protagonizó, siempre interpretaba a un hombre capaz de conquistar a cualquiera y derribar a quien fuese el enemigo que se le pusiera enfrente, pero no fue siempre lo mismo.
En 1943, tras varios éxitos en cintas como El peñón de las ánimas, el cineasta Jaime Salvador pensó que era momento de presentar a Negrete en otra faceta, una que seguramente sería muy bien recibida por los críticos de cine, pues planeaba lanzar al cantante como un personaje que tenía que hacerse pasar por un muy poco agraciado jorobado.
Jorge aceptó este papel que representaba un reto para sí mismo, pues tendría que encarnar a una persona completamente diferente a él, El Jorobado, Enrique de Lagardere.
Esta cinta trata de la novela homónima escrita por el francés Paul Féval. Negrete interpreta al espadachín Enrique de Lagardere, el cual es contratado para asesinar al Duque Nevers ya que su esposa y madre de su primogénita, la hija del Marqués de Ailloux, fue entregada al Príncipe Gonzaga.
Muere Nevers y Enrique se lleva a su hija (Gloria Marín). Después de un largo tiempo, Lagardere se hace pasar por un fiel sirviente jorobado en búsqueda de que la hija del Duque se reúna con su madre, como forma de venganza.
La trama podía ser atractiva, incluso los carteles con los que estaba siendo promocionada la película, pues se prometía que en El Jorobado se mostraría a un Jorge Negrete completamente nuevo. Aseguraban que en esta nueva producción el charro se convertiría en un héroe astuto, temible, pero caballeroso y apuesto, sin embargo, la película no fue lo que el público esperaba.
El Charro Cantor se presentó en la cinta como un hombre encorvado, con una gran joroba que, junto a sus piernas enfermas, tenía una movilidad restringida. Aunado a ello, sus facciones estaban desfiguradas, pues uno de sus ojos estaba entreabierto y su boca a veces se movía de forma extraña cuando hablaba.
Aunque no es este el personaje que siempre interpreta Negrete, el hecho de que se hubiera transgredido la belleza del cantante, no le agradó a todos. Al filme no le fue muy bien en taquillas, pero sí hubo quien disfrutó de ver al actor como espadachín, siempre defendiendo a quien era su gran amor del momento, Gloria Marín, además de que emocionó a sus seguidoras con sus intentos por conquistar el corazón de la actriz, como lo hizo en otras películas.
Actualmente, la película es considerada por algunas personas como uno de los mejores trabajos de Jorge Negrete, pues mostró que era capaz de presentarse fuera de su zona de confort y exponerse ante la ya esperada crítica del público espectador.
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