Mario Moreno Cantinflas fue uno de los mayores exponentes de la comicidad en pantalla grande durante su época, al mismo tiempo también lo fue Germán Valdés Tin Tan, lo que los llevó a ser casi enemigos y no presentarse juntos en alguna película, pero hubo una ocasión que logró capturar a los artistas unidos.
Tanto Germán Valdés como Cantinflas fueron personas que disfrutaron de gran fama, por lo que cada uno tuvo detrás su propio grupo de seguidores que defendía su trabajo, algo que llevó a que chocaran, pues supuestamente entre ellos nunca hubo algún conflicto que originara su rivalidad.
El personaje que Mario Moreno construyó, muchas veces hizo que lo compararan con personajes de renombre internacional como Charles Chaplin, pues inclusive su trabajo se inclinó más hacia la comedia en la actuación y la mayoría del tiempo era solicitado por grandes productores. Aunado a ello, fue ganador de varios premios por su desempeño en la pantalla grande.
Tin Tan, por el contrario, aceptaba cualquier proyecto, incluso si se trataba de producciones de bajo presupuesto, pues él sólo buscaba que su imagen fuera más reconocida en el país. Él impulso a que el pachuco se convirtiera en un ícono nacional, también resaltaba por su forma de bailar, además cantaba y era miembro de la dinastía Valdés.
Ambos fueron grandes histriones, por tanto, nunca faltaron las comparaciones. Con el tiempo, Cantinflas dejó ver su desagrado hacia Germán, a quien le habría dedicado un mensaje en su película Si yo fuera diputado, en el que decía: “Para pachucos no hay servicio porque me caen gordos”.
La única ocasión en que se les vio juntos no fue en una cinta, ni en un escenario. El lugar en donde compartieron espacio para hacer reír al público fue en la plaza de toros La Condesa. Habrían aceptado participar juntos para un evento benéfico en apoyo al personal de seguridad pública que se celebró el 31 de marzo de 1945.
Este evento fue registrado en un cortometraje en donde Cantinflas es el protagonista, mostrando cómo se prepara para asistir a la plaza, pero además de Tin Tan, también hicieron parte Manuel Medel, uno de sus más cercanos compañeros, y Jorge Negrete, otro de sus némesis.
El Charro Cantor es quien abre el evento a caballo, se ve feliz saludando a los asistentes, a los policías y bomberos que están en primera fila, para quienes es dirigido el show. Medel y Germán fueron los primeros en salir a torear, aunque con su evidente inexperiencia.
Después, Negrete advierte a Cantinflas que él también tiene que participar y, con un miedo actuado, comienza su presentación. Ni Medel ni Jorge Negrete ni Tin Tan vuelven a hacer aparición en pantalla ya que es el gran momento del llamado Mimo de la gabardina.
Desde los inicios de su carrera, Moreno manifestó su pasión por la tauromaquia, por lo que dentro de la cinta fue él quien mejor se desempeñó como torero, mostrando su destreza engañando al animal, sentándose y descansando encima de él, hasta que llega el momento final del toro, cuando lo mata.
Los policías entonces le señalan que será detenido debido a su crimen y lo llevan entre sus patrullas. No obstante, todo se resuelve entre ellos y lo dejan ir libre. Al llegar a la jefatura más bien lo premian como comandante por haber toreado en honor a la seguridad pública.
Ese habría sido el único registro de la vez en la que ambos ídolos de la comedia mexicana se dejaron ver juntos frente a un extenso público.
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