La última entrega de Narcos México, la serie que relata la vida de personalidades como la familia de los Arellano Félix, se estrenó el pasado 5 de noviembre en la plataforma de streaming Netflix.
El capítulo dos de Narcos México 3 se titula Como la flor, en este, una de las hijas de Benjamín Francisco Arellano Sánchez y Alicia Isabel Félix contrae matrimonio. Se trata de Enedina Arellano Félix, quien dentro de esta ficción se casó con Claudio Vázquez, un abogado de un antiguo despacho de la ciudad de Tijuana.
Esta unión matrimonial capta la atención de Adriana Núñez, una periodista del periódico llamado La voz de Tijuana, quien intenta conseguir información suficiente para comprobar que la familia de los Arellano Félix está relacionada y financiada por la clase política de Tijuana en los años noventa, uno de ellos era Carlos Hank González.
Tanto en la ficción como en la vida real, la boda se celebró en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de Guadalupe ubicada en Tijuana, sin embargo, el nombre del esposo de la Narco Mami no es Claudio Vázquez ni era un abogado.
De acuerdo con una publicación de la revista Time, el hombre con quien se casó Enedina Arellano Félix en los años noventa se llamaba Luis Toledo Carrejo y su nombre aparecía como el dueño de algunas empresas que usaba la familia Arellano Félix para lavar dinero.
Claramente los ingresos que se lavaban provenían de las ganancias del Cártel de Tijuana, organización narcotraficante que pasaba sustancias ilícitas a Estados Unidos gracias a la influencia de los narco juniors.
Cabe señalar que en este tipo de producciones, algunos nombres son cambiados u omitidos y los sucesos se narran de forma distinta para mantener un hilo conductor de cada capítulo dentro la ficción, sin embargo, también se trata de mantener los hechos lo más fieles posible a la realidad.
Es por esto que, de igual forma, Adriana Núñez no está inspirada en alguna investigadora real en particular, sino que es la personificación de varios periodistas que mostraron interés en las acciones, miembros del narcotráfico y sus nexos con la clase política mexicana.
Por otra parte, en la serie se afirma que el medio La Voz de Tijuana burlaba la censura del gobierno en ese entonces, pues imprimía sus ejemplares en Estados Unidos, sin embargo, este medio tampoco es real. Existen versiones que afirman que en realidad se inspiró en Zeta Tijuana, un seminario que incluso tiene su portal y aún publica. Este espacio informativo fue fundado por el periodista Jesús Blancornelas, quien murió por cáncer de estómago.
Enedina actualmente tiene 60 años y es más que sólo “la hermana de los líderes del Cártel de Tijuana”, pues “es una mujer que habla poco y evita las excentricidades de otros capos y suele levantarse muy temprano”. En 2003, Jesús Blancornelas escribió que siempre había asesorado a sus hermanos con el lavado de dinero.
Tras el asesinato de su hermano Ramón, quien es señalado como responsable de la masacre de una familia en Ensenada, Baja California, en 1992, los hermanos Arellano Félix hicieron grandes esfuerzos para mantener a flote la organización criminal.
Sin embargo, uno a uno fueron cayendo: Benjamín, cabecilla del cártel, fue capturado en marzo del 2002. Francisco Javier cayó en los Estados Unidos en 2006. Y a Francisco Rafael lo mató un sicario vestido de payaso en una fiesta en Los Cabos en 2013.
Ya debilitada la célula traficante, asumió el poder una mujer: Enedina Arellano Félix, de aproximadamente 50 años, que solía pasar desapercibida en la lista de los narcos más temibles, según la DEA.
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