Emily Ratajkowski reveló que una vez le pagaron USD 25.000 para asistir al Super Bowl con el financista fugitivo malasio Taek Jho, mejor conocido como Jho Low. En una extensa entrevista que concedió a The Sunday Times Magazine, la top model británica dijo que “no estaba segura de por qué estaba allí, cuánto tiempo tenía que quedarse y con quién debía consultar al final de la noche para saber si podía irse”.
Según relata Ratajkowski, una modelo de Victoria’s Secret estaba en la misma fiesta esa noche, “fingiendo tomar tragos con Low, tirando el alcohol por encima del hombro mientras echaba la cabeza hacia atrás y bailaba ‘contra su entrepierna’”.
La identidad de la modelo no aparece en el próximo libro de Ratajkowski, My Body, pero se cree que se trata de Miranda Kerr, ex esposa del actor Orlando Bloom y actual pareja de Evan Spiegel, el cofundador de Snapchat, de acuerdo al tabloide Daily Mail.
Años más tarde, Kerr entregó a la Justicia estadounidense joyas valoradas en USD 8,1 millones que Low le había regalado. Después de haber quedado envuelta en un caso de corrupción y lavado de dinero, en el que también quedó involucrado el actor Leonardo DiCaprio, que debió devolver un Oscar que perteneció al actor Marlon Brando, dos cuadros de Pablo Picasso y otros dos de Jean-Michel Basquiat. Todos regalos de Low.
El financista, de 40 años, es un prófugo internacional y enfrenta ocho cargos de lavado de dinero por el escándalo de 1MDB, una empresa malasia destinada al desarrollo social del país. Una extensa investigación del FBI encontró que el gobierno malasio, conducido por Najib Razak, destinó unos 6 mil millones de dólares para financiar el estilo de vida ostentoso de algunos hombres vinculados al entonces primer ministro; entre ellos, su yerno y Jho Low, cuando esa enorme partida de dinero correspondía para el desarrollo social del país asiático.
Ratajkowski también dijo que no se “sorprendió en absoluto” por el escándalo del financista pedofilo Jeffrey Epstein, ya que solía asistir a lujosas fiestas en Coachella llenas de hombres mayores poderosos con chicas que eran llevadas para seducirlos.
Cuando Ratajkowski se mudó a Los Ángeles a los 19 años, fue invitada a restaurantes elegantes por un promotor de clubes cuyo trabajo, al parecer, era reunir a mujeres atractivas en eventos de alto perfil. En una oportunidad, este hombre la llevó a ella y a otras 14 jóvenes modelos a un viaje de lujo todo pago a Coachella. Se esperaba que ellas, todas alojadas en una villa, fueran las chicas que bailaban para hombres mayores ricos.
“No me sorprendió en absoluto la historia de Jeffrey Epstein”, dijo la modelo nacida en Westminster, Londres. “Fui testigo de mucho de eso en diferentes formas. Justo antes del COVID fui a un club nocturno nuevo y estaba realmente vacío. De repente, diez modelos llegan con un hombre. Yo estaba como, oh, cierto, todavía está sucediendo lo mismo. Chicas hermosas en un club y hombres ricos pagando indirectamente para tenerlas allí”.
“¿Eso es explotación? La forma en que lo experimenté sí. Más tarde descubrí que invitaban a chicas que no podían pagar la comida o una buena comida a estas cenas elegantes en Los Ángeles. Eso fue un motivador para que asistieran. Y eso es manipulación”, afirmó.
My Body es una colección de ensayos. El libro lo escribió durante los últimos dos años desde su apartamento en Manhattan, donde vive con su esposo, Sebastian Bear-McClard, un productor de cine, y su hijo de ocho meses, Sylvester Apollo. En el primer capítulo, describe cómo, siendo una modelo de 21 años viviendo en Los Ángeles, fue contratada para aparecer en el video musical de Robin Thicke y Pharrell Williams. La canción Blurred Lines pasó semanas en el número 1, el video se volvió viral y Ratajkowski se convirtió en famosa.
En el libro, por primera vez, da un relato completo de lo que sucedió en el set, acusando a Thicke de manosearla durante el rodaje. “De repente, de la nada, sentí la frialdad y la sorpresa de las manos de un extraño apretando mis pechos desnudos desde atrás. Instintivamente me alejé y miré a Robin Thicke. Él sonrió con una sonrisa tonta y se tambaleó hacia atrás, con los ojos ocultos detrás de sus gafas de sol. Mi cabeza se volvió hacia la oscuridad más allá del set... Es posible que hasta sonreí, avergonzada y desesperada por minimizar la situación. Nadie dijo nada. Después de todo, estábamos trabajando para él“.
Recientemente Ratajkowski dijo a People que no había presentado las acusaciones antes porque estaba preocupada por el impacto en su carrera. “Yo era una modelo desconocida y si hubiera hablado o me hubiera quejado, no estaría donde estoy hoy, no sería famosa”.
En su sincero libro, la modelo también relata que su primera vez con su novio de la adolescencia, Owen, no fue algo consensuado. Denuncia que él la “forzó” a tener relaciones sexuales cuando ella tenía 15 años. “Ojalá alguien me hubiera explicado que no le debía nada”, escribe. “¿Por qué mi yo de 15 años no gritó a todo pulmón? ¿Quién me enseñó a no gritar? Me odiaba a mí misma... No le conté a nadie lo que había pasado ese fin de semana con Owen. Esto es lo que haces. Es el comienzo de cómo se olvida“.
“Eso fue sexo sin consentimiento. Yo era tan joven. Ni siquiera había tenido relaciones sexuales antes. Tantas mujeres jóvenes que conozco, sus primeras experiencias sexuales tempranas rozan la falta de consentimiento“, dice. “Muchas de mis amigas ferozmente feministas, mujeres de entre veinte y treinta años, sufrieron experiencias sexuales traumáticas de las que solo pudieron hablar años después. Admitir que son una víctima les quita independencia y el poder por los que han luchado arduamente. Permanecen en silencio por su feminismo”.
A los 20 años viajó a la casa del fotógrafo Jonathan Leder, donde posó desnuda y en ropa interior. Durante la sesión fotográfica, en mayo de 2012, fue atacada por Leder. “La mayor parte de lo que vino después fue borroso, excepto por el sentimiento. No recuerdo haberlo besado, pero sí recuerdo que sus dedos de repente estaban dentro de mí...”.
Leder dijo más tarde que sus acusaciones eran “falsas”. “Me siento mal por ella porque está en un punto de su carrera en el que tiene que recurrir a tácticas como esta para ganar prensa y publicidad. Es vergonzoso”, se defendió. Luego publicó -sin permiso de la modelo-las fotografías en un libro titulado Emily Ratajkowski, que se agotó varias veces
“Escribí para organizar mis pensamientos y perdonarme por la forma en que sentí que había permitido que sucedieran ciertas cosas, porque así es como veía esas situaciones. Estaba interesada en comprobar la realidad a través de la escritura. Nombrar lo que había sucedido con Owen fue particularmente curativo”, afirmó. “Estas fueron las experiencias que no quería ver porque me hacían sentir fuera de control sobre mi propia vida y tenía miedo de reconocerlo”
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