Pedro Infante y Blanca Estela Pavón protagonizaron una de las parejas más famosas del cine mexicano en su Época de Oro en las películas Nosotros los pobres, Ustedes los ricos y Pepe El Toro. Su buena química los llevó a presentarse junto en repetidas ocasiones y el público los admiraba al representar tan bien a un par de enamorados, pero este romance nunca había logrado traspasar las pantallas.
Fue en 1947 cuando Pedro Infante y Blanca Estela Pavón comenzaron a trabajar juntos para estelarizar Nosotros los pobres. Fue con esta cinta que conquistaron al público, pues el amor que interpretaron con sus personajes conmovió corazones gracias a la trama y el talento de ambos.
Para entonces, el Ídolo de Guamúchil ya tenía fama de tener varias parejas al mismo tiempo, por lo que no se dudó que hubiera comenzado un noviazgo con La Chorreada. Y es que las veces en que hicieron gira para promocionar las películas en las que participaron, la buena relación era obvia. Él la llenaba de detalles y halagos que no pasaron desapercibidos por el público y el rumor sólo tomó más fuerza.
Sin embargo, ambos tenían pareja y ella estaba preparada para contraer matrimonio con Rogelio A. González, quien sería el amor de su vida.
Mientras más eventos protagonizaban y se convertían en la pareja favorita en la pantalla grande, el rumor fue tomando más fuerza, hasta que la prensa fue directamente a cuestionar a Pedro Infante acerca de este supuesto romance.
Él no se habría molestado por la pregunta, por el contrario, la habría tomado como un tema que le divertía y del cual ya sabía que se hablaba. Su respuesta fue contundente: no existía romance alguno entre él y Pavón, aunque existía un gran amor.
El intérprete de Amorcito Corazón aseguró que tanto Blanca Estela como eran conscientes del cariño que uno sentía por el otro, pero también reconocían que era algo más cercano a una relación de hermanos que a un romance. Por tanto, ni siquiera les afectaban los rumores que circulan en torno a su lazo.
Infante también se dedicó a exponer la admiración que sentía por su compañera y aseguró que, en todo caso, su amor se podría interpretar como “platónico”, pues nunca llegaría a más.
Lamentablemente, este romance de pantalla tuvo fin después de la película La mujer que yo perdí. El 26 de septiembre de 1949 la actriz tuvo que viajar en avión pues se encontraba en una gira de presentaciones. De Oaxaca debía trasladarse rápidamente a la Ciudad de México, pero el avión en el que estaba programado su vuelo sufrió una avería y se anunció que el viaje sería pospuesto.
Blanca, sintiéndose comprometida con el público que esperaba verla, pidió a un matrimonio de otro vuelo cederle sus lugares a ella y a su papá, quien la acompañaba, y lo logró. Fue así como vio su muerte, pues esta nave se estalló contra el Pico del Fraile del volcán Popocatépetl.
A su funeral acudió Pedro Infante, quien ahí dijo que su destino seguramente sería igual, pues según informaron los medios, entre lágrimas el actor dijo: “Sé que yo también voy a morir en un accidente de aviación”. Cinco años después el sinaloense moriría casi de la misma forma que su amiga.
El gran amor fraternal que el intérprete de Pepe el Toro lo llevó a cargar el sarcófago de Pavón en el Panteón Jardín junto a Jorge Negrete.
La prensa reportó que el Ídolo de México lloró durante el entierro y al finalizar el sepelio dijo: “He de confesar que la muerte de Blanca Estela me ha afectado muchísimo, pues nos unían lazos de amistad muy sincera; al conocer la fatal noticia me conmovió tanto, que no pude menos que dejar mis lágrimas caer”.
SEGUIR LEYENDO: