En 1951, Frank Sinatra y Ava Gardner se juraron amor eterno. Un día antes, según relató la periodista Raquel Piñeiro en la revista Vanity Fair, Ava recibió una carta en donde una una tabajadora sexual relató, con lujo de detalle, la relación que mantuvo con el cantante de Fly me to the moon.
Ambos habían sido amantes y en su relación abundaron las mentiras, problemas de dinero y engaños, pero la confesión hizo dudar a Ava, después de todo Sinatra siempre fue un mujeriego. Pero eso no fue suficiente para detenerla de casarse con quien había encontrado un amor sumamente apasionante y el siete de noviembre de aquel año, Sinatra y Gardner contrajeron matrimonio.
Pero su historia no comenzó ahí. De acuerdo con información que circuló entonces, la obsesión con Ava comenzó mucho antes que Sinatra la conociera. Ella, quien durante la década de los 40 era una de las estrellas más importantes de la MGM, simplemente había hechizado al cantante de múltiples canciones famosas, como Fly me to the moon o The girl from Ipanema.
“Algún día me voy a casar con esta mujer”, habría dicho el cantante a sus amigos mientras observaba una fotografía de la protagonista de La condesa descalza en la portada de una revista, según ha trascendido en la cultura popular. Y tenía razón: compartirían un matrimonio que aunque duró seis años, se extendió más allá del tiempo que compartieron juntos.
Se conocieron por primera vez cuando ella todavía estaba casada con Mickey Rooney, quien fue su primer esposo. Y el destino volvió a reunirlos cuando ambos se convirtieron en vecinos de la ciudad de Nueva York. Según la revista Vanity Fair, durante esos años ocurrió su primer encuentro “romántico” y se besaron en alguna ocasión.
Sin embargo, Ava, aterrorizada por la experiencias que vivió con sus dos exmaridos, Mickey Rooney y Artie Shaw, por la infidelidad que ellos cometieron, huyó de Sinatra. No quería hacer pasar su misma suerte a la madre de los hijos de Sinatra y dio por terminada la relación.
La pareja se reencontró en una fiesta, que fue descrita por Ava de la siguiente manera: “Y quién habría de llegar a mi lado, con un Martini seco en las manos, que uno de esos invitados. Los ojos azules eran inquisitivos, la sonrisa todavía brillante y audaz. Todo el rostro era más amable y más caro de lo que yo lo recordaba. ¡Ay, Dios! Frank Sinatra podía ser tan dulce, el hombre más encantador en el mundo cuando estaba en ese humor”, recordó en sus memorias Ava: mi historia.
La fiesta terminó con disparos en las calles de Palm Springs y con ambos detenidos por la policía. Aunque la anécdota se ha modificado con el tiempo e, incluso, exagerado. “La verdad es más emocionante, y a la vez menos. Bebimos, nos reímos, hablamos y nos enamoramos”, explicó Ava en sus memorias.
A ese encuentro le siguió una segunda cita; esta vez, Nancy y los tres hijos no evitaron que la atracción creciera entre ambos. Aunque, se ha reportado que supuestamente Sinatra habría asegurando a Ava que su relación con su esposa estaba terminada.
Según rememoró Ava: “Nos convertimos en amantes para siempre, eternamente. Sentía que pasase lo que pasase, siempre estaríamos enamorados. Y sabe Dios que pasaron cosas”, refiriéndose a la química sexual espléndida que compartían en el dormitorio.
Los unían desde las posiciones políticas hasta su amor la fiesta, el alcohol y el buen sexo. Pero en cuanto se destapó el romance, la sociedad estadounidense conservadora reaccionó con escándalo. Después de todo, Sinatra seguía siendo casado y, aunque se sabía que tenía aventuras de una noche con mujeres como Marilyn Maxwell o Lana Turner, nadie se imaginó que pudiera dejar a Nancy de repente.
Así que pronto se desahogaron con cartas dirigidas a Ava, la mayoría comenzaba con un “Hola, put*”.
Su relación se hizo pública en 1949. Mismo año que Sinatra grabó el demo de la canción You are my thrill, que dedicó a Ava, según se relata en el sitio oficial del museo dedicado a la actriz, ubicado en los Estados Unidos. Aunque, personalmente, el cantante estaba pasando por un bache en su carrera profesional. Mismo que duró hasta que Ava metió las manos al fuego por él y le consiguió un papel en De aquí a la eternidad.
“Frank estaba completamente quebrado cuando nos casamos. No sé de dónde vienen todas esas historias de que la Mafia se encargaba de él. Así tuvo que haber sido. Pero la Familia no estaba en ningún lado cuando él los necesitaba”, dijo en entrevista con la revista Vanity Fair.
Una año despiés, Nancy anunció su separación de Sinatra, aunque el divorcio no llegó inmediatamente , en un comunicado que expidió en febrero de 1950. El daño que hizo el escándalo a su imagen parecía irreparable: “Lo único que había hecho era enamorarme. Pero, lamentablemente, me enamoré de un hombre casado”, expresó alguna vez. La llamaban de todos los nombres.
Vivieron una relación tan apasionante que lo consumió todo: abundaban los celos y las escenas en público. Las infidelidades también eran la norma en la pareja. Siendo Sinatra el primero en pintarle el cuerno a Ava. Aunque también trascendió la aventura que la actriz tuvo con su coestrella mientras filmaban en Barcelona, España. Hecho que ocasionó un escándalo cuando Sinatra se enteró y recibió confirmación por parte de Ava, quien aseguró que el cantante nunca la perdonó.
Durante su matrimonio, Ava resultó embarazada en dos ocasiones. Sin embargo, se decidió a abortar los dos productos por considerar que su vida era demasiado caótica como para criar un niño. De estos embarazos, sólo de uno habría tenido cuenta Sinatra.
Finalmente, en octubre de 1953, la Metro publicó un comunicado en donde se anunciaba la separación de la pareja. Ava se refugió en el trabajo y Sinatra en el alcohol. La depresión en la que se sumergió lo orilló a cortarse las venas y a escuchar de manera casi obsesiva las canciones que compartió con su exesposa. Aunque pronto su vida recibió una enorme motivación cuando gano el Oscar en el 54.
Por su parte, Gardner se mudó a España, país del que quedó perdidamente enamorada. Le siguieron otras parejas en la vida de ambos. Sin embargo, ninguna tenía el tipo de amor que Sinatra y Ava compartían. Al final, ese amor no caducó para ninguno de los dos. Incluso, una vez que la actriz falleció, se presume que Sinatra reaccionó arrepentido, asegurando que su lugar era con ella y acompañarla hasta el último de sus días.
SEGUIR LEYENDO: