Tras la terrible noticia del fallecimiento de Octavio Ocaña, tanto el mundo del espectáculo y todos los fans del joven actor quedaron devastados. Sin embargo, más allá de los trágicos hechos, las redes sociales se inundaron de fragmentos muy significativos en la trayectoria del artista; entre ellos, su colaboración con una de las actrices mexicanas más famosas del momento: Eiza González.
Fue en 2007 cuando Ocaña participó en la telenovela juvenil Lola érase una vez. La cual trataba de “Lola” (Eiza) que un día conocía a Alexander (Aarón Díaz), quien le ofrece que trabaje como institutriz en la mansión Von Ferinand. De acuerdo con la trama, la artista conoce ahí a unos niños que son bastante traviesos: Otto de 8 años, interpretado por Octavio; Boris de 12, Marion de 14, y los gemelos Archie y Marcus de 17 años.
Ante esta situación, el personaje de Eiza lidiaba con las bromas de los pequeños hasta que se ganó su confianza. Asimismo, en algún momento, los jóvenes descubren que “Lola” se escapaba para cantar con su grupo, por lo que la niñera se ve en la necesidad de llevarlos con ella.
Ahí, los Von Ferdinand encuentran la alegría, el cariño que les faltaba en su lujosa vida y, con el apoyo del personaje de Eiza forman su propia agrupación musical.
La vida de Octavio en televisión comenzó cuando acompañaba a sus hermanas gemelas, Bertha y Ana Leticia, a las grabaciones de En familia con Chabelo, en donde formaban parte de la sección Chiquillos y Chiquillas. Durante alguna de esas ocasiones, el pequeño niño pelirrojo fue descubierto por Eugenio Derbez.
Ahí, después de cautivar al comediante con su particular sentido del humor, recibió la invitación para participar en un casting: “Mis hermanas salín en un ‘sketch’ con Chabelo y yo las acompañaba, me llamaba la atención lo que hacían y fui ambicioso, me gustaba que tuvieran dinero y les comparan videojuegos y aparatos electrónicos”, contó en una entrevista con Los Ángeles Times.
“Me encontré a Eugenio y le dije: Tú eres el que sale como el Longe Moco, como fan, y lo imité y le llamó la atención. Le dije que quería ganar dinero y actuar, me llevó y me quedé”, recordó para el mismo medio de comunicación.
Durante el casting, el niño pelirrojo convenció a César Bono, quien interpreta a Frankie Rivers en la comedia Vecinos, y al productor, Elías Solorio, de darle un papel en la comedia que apenas estaba proyectándose.
“César Bono y Solorio me contaron que para la última prueba ya me habían elegido, pero audicioné con dos niños más. A César se le acababa de morir un amigo que se llamaba Octavio, y él pidió que yo estuviera con él porque éramos narizones y le recordaba a su amigo”, recordó.
Con el paso de los años, el niño pelirrojo cuya frase era “No quiero ser actor”, renunció a su papel en la serie y priorizó otras actividades en su vida, como los deportes.
El actor regresó a la pantalla en últimas temporadas. Esta vez con su personaje adoptando la vida adulta. Además de tener un interés amoroso y estar comprometido para contraer matrimonio.
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