Emilio Azcárraga Milmo fue considerado como uno de los hombres más acaudalados, poderosos e influyentes de México durante la segunda mitad del siglo XX. Tras haber heredado la compañía Telesistema Mexicano, que años más tarde se convertiría en Televisa, “El Tigre” logró consagrarse como una de las figuras más exitosas de la época mientras estuvo al frente del negocio iniciado por su padre.
Pese a que el retiro de Emilio Azcárraga Vidaurreta generó desconfianza a los inversionistas debido a que en más de una ocasión “El Tigre” fue calificado como un “junior”, cuya principal cualidad era pertenecer a una de las familias con más renombre en México, Azcárraga Milmo consiguió reunir una de las fortunas más robustas de la época y que superó a los patrimonios de la familia Garza Sada y de Carlos Slim Helú, también conocido como el “magnate de las telecomunicaciones”.
De acuerdo con la investigación El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, realizada por los periodistas Claudia Fernández y Andrew Paxman, el empresario logró reunir para 1992 una riqueza que fue estimada en USD 2,800 millones, así quedó asentado en las listas de Forbes y Fortune, en cuyas publicaciones se aseguró que el dueño de Televisa “podría ser el hombre más rico de Latinoamérica”.
Sin embargo, fue hasta 1993 cuando Forbes confirmó lo que previamente se sugirió en las clasificaciones anuales, pues “sin lugar a dudas”, Azcárraga Milmo se convirtió en el empresario más rico de Latinoamérica, con una fortuna valorada en USD 5,100 millones, casi el doble de lo estimado un año antes.
Además, también se colocó como el décimo noveno hombre más rico del mundo. En ese entonces, el ranking de multimillonarios Forbes estuvo encabezado por Bill Gates, informático y cofundador de Microsoft y en el número figuró por sexta vez consecutiva el narcotraficante Pablo Escobar, cuyo patrimonio fue valorado en USD 1,000 millones hasta 1993.
Según lo relatado por Fernández y Paxman, tras haber recibido este nombramiento, el círculo de amigos y conocidos famosos de “El Tigre” Azcárraga creció considerablemente. Además, su colección de obras de arte comenzó a llamar la atención de revistas especializadas en el tema, como fue el caso de la publicación Art News, que consideró a la colección del propietario de Televisa como una de las 200 más importantes del mundo.
Otra propiedad que otorgó prestigio al magnate mexicano fue su mega yate Eco, el cual compró en 1991 por una cantidad de USD 2 millones. El Eco fue considerado como una de las embarcaciones más modernas de la época.
Mientras el lujoso navío fue propiedad del dueño de Televisa, el estilo de los interiores estuvo inspirado en el art decó y quien se encargó del proyecto fue el diseñador François Zuretti, quien conocía los gustos y el estilo de vida del empresario, así lo señaló el sitio web Boat International.
Además, en su mansión flotante comenzó a invitar a los “grandes” magnates estadounidenses de los medios de comunicación, como fue el caso de Rupert Murdoch, presidente de la compañía Fox News y Michael Ovitz, quien en ese momento se desempeñó como presidente de The Walt Disney Company.
Se dice que Emilio Azcárraga Milmo tenía una obsesión con Estados Unidos y que uno de sus sitios favoritos del país vecino fue la ciudad de Los Ángeles, en la cual decidió establecer su propia residencia en Hollywood, la cual consistía en una casa alta y una baja para recibir visitas, incluidas las de sus hijos.
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