Las despedidas suelen ser amargas, pero algunas también son decepcionantes.
Eso fue precisamente lo que ocurrió ocho años atrás, cuando la aclamada serie de Showtime, Dexter (2006), dijo adiós luego de ocho temporadas con uno de los episodios más anti climáticos y universalmente repudiado por los fans.
En Remember the Monsters, emitido el 22 de septiembre del 2013, el asesino en serie Dexter Morgan (interpretado magistralmente por Michael C. Hall), un experto forense que trabajaba para el Departamento de Policía de Miami, finge su propia muerte, abandona a su pequeño hijo bajo el tutelaje de su novia en Buenos Aires, y asume una nueva identidad en un pueblo de Oregon.
Fue un final poco memorable que dejó más que descontentos a los seguidores de una ficción amada tanto por la crítica como por el público, ganadora de dos Globos de Oro en las categorías de mejor actor principal de drama para Hall y mejor actor secundario para John Lithgow; con múltiples victorias y nominaciones al Emmy, así como al prestigioso premio Peabody; y que ha sido nombrada dos veces como una de las 10 mejores series de televisión del American Film Institute (AFI).
“No creo que este revival hubiera sucedido si el final de Dexter hubiera sido diferente”, coincide el mismo Michael C. Hall durante una entrevista con Infobae por Zoom desde su casa de Los Ángeles. “Tal vez el final podría haber dejado a Dexter con vida y también haber sido más satisfactorio y este programa podría igual haberse realizado como resultado, pero creo que la insatisfacción de los fans y la mía propia tuvieron que ver con la motivación de volver al personaje si surgía una historia que valiera la pena contar”.
Cuando se anunció el revival Dexter: New Blood, muchos tomaron la noticia con escepticismo y cautela. Pero la serie-evento especial de diez episodios de Showtime que podrá verse por la plataforma de Paramount+ el 8 de noviembre para toda Latinoamérica, promete darle al show el cierre que se merece.
Según Hall, el regreso tiene mucho que ver con la participación de Clyde Phillips: “Él fue el showrunner durante las primeras cuatro temporadas y su retorno fue fundamental. También Marco Siega, quien dirigió la mayoría de los episodios y se desempeñó como director de producción. Él fue el mayor responsable de la nueva apariencia del programa. Su participación fue fundamental”.
En los dos primeros episodios ofrecidos como adelanto para la prensa, Dexter se encuentra viviendo con un nombre falso en la pequeña ciudad de Iron Lake, Nueva York, a 10 años de los eventos desafortunados de Miami. Pero la -relativa- calma de su nueva vida se ve interrumpida por eventos inesperados que llaman a un nuevo despertar de su “oscuro pasajero”.
Haber dejado transcurrir los años entre el final y el revival también fue importante por varios motivos. “Este tiempo que ha pasado le permitió a Dexter haber puesto mucho espacio entre quién es ahora y quién era entonces. Harrison (su hijo) aparece y ahora es un hombre joven, no es un niño, y eso crea la posibilidad de una relación realmente rica y compleja que no existía hasta ahora”.
“Dexter ha intentado cerrar la puerta a su oscuro pasajero y su pasado, y ha cerrado la puerta hace mucho tiempo a tener una relación con su hijo y también a las más fundamentales y profundas partes de su humanidad. Pero su hijo reaparece y Dexter mata a alguien, y luego invita a su hijo de vuelta a su vida. Todas las puertas que Dexter ha cerrado han sido abiertas de par en par de nuevo, tanto las puertas a su oscuridad como a su humanidad y su luz”, describe Hall. ¿El posible resultado?: “Probablemente bastante caótico”.
El reparto incluye a Julia Jones (The Mandalorian), Alano Miller (Sylvie’s Love), Johnny Sequoyah (Believe), Jack Alcott (The Good Lord Bird) y Clancy Brown (The Crown). Y, por supuesto, también marca el regreso de uno de los personajes favoritos del público: Debra Morgan, interpretada por Jennifer Carpenter, que se aparece ante Dexter como una intensa presencia fantasmal que actúa como voz de la conciencia y manifestación de sus miedos y culpa. Un eco a punto de hacerlo explotar.
Que sea Debra la que le habla en vez de Harry en New Blood “significa que está un poco loco”, bromea Hall. “Siempre lo ha estado pero tal vez de una manera nueva ahora. Ha estado abstinente durante todo este tiempo. No ha estado matando. Se encontraba en un estado de penitencia prolongada de alguna manera por todos los daños colaterales que produjo la vida que estaba llevando en Miami, particularmente que su hermana haya muerto a causa de él. Creo que para sobrellevarlo, para calmarse y para reconfortarse, ha cultivado, ha internalizado una relación doméstica reconfortante y cómoda con su hermana muerta. Como puedes imaginar, esa relación se vuelve un poco más complicada una vez que él comienza a hacer lo suyo de nuevo”.
Además de Carpenter, la serie cuenta con la aparición de Lithgow en el papel del “Trinity Killer” Arthur Mitchell, uno de los villanos más espectaculares que marcó el arco argumental de la cuarta temporada, aunque todavía no se sabe de qué manera surgirá en la narrativa, ya que (spoiler alert) el personaje pasa a mejor vida durante la serie original.
Michael C. Hall pasó mucho tiempo considerando si volver a la piel del asesino en serie favorito del público; durante años, a todo evento que asistiese para promover obras de teatro, series o películas, el interrogante era inescapable, e incluso sus respuestas desmenuzadas, analizadas y hasta sacadas de contexto en busca de alguna pista que indicara su regreso.
Y ahora, ocho años después y con diez episodios listos para ser devorados por sus fans, viejos y nuevos, Hall reflexiona que siempre fue inevitable: “Interpretar a Dexter de nuevo se sintió como ponerse un suéter viejo o un abrigo viejo favorito. Fue fácil convencerme de que era una propuesta muy difícil, pero al final, pasé mucho tiempo con este personaje, mucho tiempo considerándolo e interpretándolo y él todavía estaba allí, ya sabes, todavía estaba allí para ser”.
El estreno de Dexter: New Blood será el 8 de noviembre
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