A lo largo de este de 22 de octubre, el nombre Chespirito se convirtió en tendencia después de que el standupero Carlos Ballarta diera su opinión respecto a la comedia mexicana y el papel que tuvo Roberto Gómez Bolaños en ella durante distintas dictaduras que se dieron hace años en Latinoamérica.
La declaración fue realizada en la nueva emisión del programa Versión extendida, que presentó una conversación entre sus conductores Tenoch Huerta, Estefanía Veloz y Pancho Parra con el también conductor.
En ella confesó que le parecía que los programas que dejó Chespirito eran algo desafortunado para su gremio porque estuvieron presentes durante esa época. Además, señaló que él no permite que su hijo vea ese tipo de contenido porque no le parece fructífero.
A estas críticas se unió Veloz, quien desde su cuenta de Twitter recordó los shows que Chespirito y todo el elenco del Chavo del 8 realizaron en Chile y Argentina, mientras Augusto Pinochet y Jorge Videla mantenían las dictaduras en los países.
El fatídico año fue 1977. Su primera parada: Santiago, capital chilena. Durante esos meses, varias situaciones complicaban la dictadura en aquel territorio, entre ellas las persecuciones, secuestros y asesinatos de personas en contra del régimen.
Sin embargo, un show podría unir a este país que estaba más roto que nunca. El Chavo del 8 se presentaría en el Estadio Nacional de Santiago, lugar que fue usado como campo de concentración para los detenidos por las autoridades chilenas.
De acuerdo con los registros de prensa, desde su llegada al aeropuerto, la gente se volvió eufórica por ver a sus ídolos y los recibieron con una valla humana de 17 kilómetros, la cual se extendía hasta el hotel donde iba a hospedarse.
Algunos metrajes que sobreviven de aquella época muestra a las personas corriendo hacia el avión donde viajaron Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Rubén Aguirre, Ramón Valdés y todo el elenco. Al verlos, su emoción explotó mientras gritaban “Chavo, Chavo”.
Cuando fue el día del espectáculo, se dijo que aproximadamente 80 mil personas entraron al estadio para verlo, no obstante, medios chilenos informaron la asistencia de 35 mil, pues la capacidad del lugar apenas supera los 46 mil.
“La experiencia en Chile ha sido sensacional, un recibimiento como no lo hemos tenido en otro país. El cariño que tiene el público chileno lo siente uno más”, consignó en aquellos años Carlos Villagrán.
Aunque se piensa que en 1978 realizaron su visita a Argentina, mientras Videla vivía su apogeo, no fue así, pues El Chavo del 8 comenzó a transmitirse en aquel país hasta 1979, por lo que de haber realizado el viaje un año antes, seguramente nadie los hubiera reconocido.
Fue el usuario de Twitter @Camiseta_Pincha, encargado de recopilar anécdotas del club de fútbol Estudiantes, quien en 2019 publicó imágenes inéditas sobre la visita del elenco al estadio, el antiguo Jorge Luis Hirschi.
La visita a Tucumán se dio en 1980 y varias personas recordaron que en aquella fecha las entradas costaban entre 5,000 y 15,000 australes. Un reconocido actor argentino, Federico D’Elia, compartió las imágenes y mencionó que él estuvo presente en el show, aunque se llevó una enorme decepción.
“Ahí estuve y me llevé una gran decepción, Quico brillaba por su ausencia”, escribió.
Si bien Chespirito no mantuvo una estrecha relación con Videla o Pinochet, en su libro Sin querer queriendo, aseguró que no sabían sobre las atrocidades vividas en ambos países, especialmente en Chile, donde el estadio en el que se presentaron había gente secuestrada y torturada.
No obstante, indicó que de haberlo sabido en su momento, “de todos modos habríamos trabajado ahí”, pues, resaltó, “ningún actor debería presentarse en el Zócalo de México, donde se enlodó la memoria de todos los que fueron asesinados durante la Decena Trágica”.
“Cómo olvidar la prolongadísima ovación que nos brindaban mientras dábamos la vuelta olímpica dos veces, aun a costa de terminar resoplando de agotamiento. ¡Pero valía la pena! ¿No?”, sentenció Chespirito.
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