El rapero estadounidense Kanye West ha decidido cambiar su nombre y ahora sólo quiere ser conocido como Ye, según puede verse incluso en su cuenta de Twitter.
El artista había solicitado oficialmente el cambio de nombre en agosto por “motivos personales” y la jueza de la Corte Superior de Los Ángeles, Michelle Williams, ha aprobado esta petición del músico que ahora decidió llamarse solamente Ye, aseguran medios locales.
El ganador de varios premios Grammy, de 44 años y nacido en Atlanta, dejará atrás su nombre completo, Kanye Omari West, y sus trabajos estarán registrados a partir de ahora con el nuevo nombre.
En vías de divorciarse de la mediática estadounidense Kim Kardashian, el cantante lanzó el pasado mes de agosto, tras una larga demora, un álbum de dos horas y 27 títulos titulado “Donda”, el nombre de su madre fallecida en 2007 por complicaciones después de una cirugía estética.
Donda West era profesora de inglés en la Universidad Estatal de Chicago y tenía una relación cercana con su hijo. La autopsia reveló que tenía una afección cardíaca preexistente que los médicos no identificaron antes del procedimiento. En 2009, en honor a la madre del rapero, se aprobó la ley Donda West, que obliga a los cirujanos plásticos pedir un examen físico completo a cada paciente dentro de los 30 días antes de la cirugía estética.
Con cientos de millones de discos vendidos en todo el mundo, West es además uno de los artistas más galardonados de toda la historia de los Grammy desde la publicación de su primer trabajo, The College Dropout (2004), al que siguieron otros tan aplaudidos por la crítica como 808s & Heartbreak (2008) o My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010).
Aunque Ye es uno de los raperos más conocidos en el mundo, sus trastornos bipolares y su separación muy mediatizada opacaron recientemente su obra. Según varios medios estadounidenses que citan fuentes cercanas a la pareja, la candidatura de West a la presidencia de Estados Unidos el año pasado fue uno de los motivos de su ruptura con Kardashian.
Kardashian y West están en pleno proceso de divorcio, ultimando los detalles del reparto de propiedades que compartían. Precisamente una de ellas, la mansión familiar en la que vivían desde 2017 fue uno de los puntos de fricción entre la pareja, ya que ambos querían conservarla.
Según los documentos de la Corte Superior de Los Ángeles a los que ha tenido acceso la revista People, Kim ha comprado la parte de la casa que correspondería a su ex marido, además de todos los muebles, objetos y arte que están en la residencia. El valor que se puso para esta compra fue de 20 millones de dólares por la propiedad y de tres millones de dólares por el contenido. De acuerdo con los documentos, la tasación se hizo en junio de 2020.
La pareja adquirió la mansión en Hidden Hills en 2014 y la remodelaron, dejándola con un estilo muy personal, con un estilo minimalista y espacios diáfanos y blancos. La casa, que se ha valorado en 40 millones de dólares, pasó por un proceso de remodelación en el que se gastaron 20 millones para dejarla al gusto de la familia. La residencia ha sido escenario de varios capítulos de “Keeping Up With The Kardashian”. Ahora será ocupada por la empresaria y sus hijos North, de siete años, Saint, de cinco, Chicago, de tres, y Psalm, de dos.
Esta noticia sobre el acuerdo al que han llegado Kim y Kanye coinciden con la reciente información de que el rapero ha adquirido una nueva casa, algo que fuentes cercanas confirmaron a People. Se trata de una mansión cerca de la playa en Malibú que está valorada en 60 millones de dólares y tiene vistas al océano. Esta adquisición llega después de que vendiera su rancho de Wyoming por 11 millones de dólares.
La pareja se separó en febrero después de siete años de matrimonio y cuatro hijos en común. Antes de su boda en Italia, habrían firmado un acuerdo prematrimonial. Kim tiene un patrimonio estimado, según Forbes, en unos 750 millones de dólares, mientras que Kayne es dueño de una fortuna de cerca de 1.260 millones de dólares.
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