En 1993, la actriz Marisa Tomei recibió una estatuilla dorada otorgada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood en la categoría de mejor actiz de reparto por la cinta Mi primo Vinny.
Superó a intérpretes de la talla de Judy Davis, quien estaba nominada por su trabajo en Maridos y esposas y se perfilaba como la favorita a recibir el premio, y con el Oscar en la mano dejó a todos los presentes perplejos: ¿cómo es que una actriz con tan corta trayectoria había ganado el premio más importante de la industria?
A pesar de su excelente interpretación como una peluquera en la película que le valió el galardón, los críticos señalaban la entonces breve carrera de Tomei en el cine, tan sólo había actuado en películas románticas y una telenovela, y la talla de las actrices que competían en la misma categoría. Así que pronto comenzó a circular un rumor: Jack Palance supuestamente había cometido un error al momento de leer el nombre en el sobre.
Circularon distintas versiones, o que estaba muy borracho o muy drogado para leer y dijo el nombre de Tomei al azar o que fue el único que recordó porque fue el último que se enunció al repasar las nominadas. Como sea, en ese marzo, comenzó la leyenda que persiguió a Tomasi por el resto de su carrera, hasta hoy.
Los nominados a los Oscar en 1993 y el “error” de Jack Palance
Cuando se anunciaron los nominados a recibir el premio Oscar en 1993, el nombre de la actriz originaria de Brooklyn quedó prácticamente aplastado: “¿De verdad se supone que tenemos que tomar la nominación de Marisa Tomei en serio?” escribió en ese entonces el columnista de The Washington Post, Tony Kornheiser. Aquello reflejaba el poco crédito que daban los críticos a la nominación.
Y si su nominación era impensable, que ganara el premio era casi imposible. Tomei se enfrentababa a actrices veteranas de gran trayectoria. Todas ellas, británicas; Joan Plowright fue nominada por la cinta Un abril encantado, Miranda Richardson por su papel de Ingrid Fleming en Obsesión, Vanessa Redgrave por su trabajo en El final del verano y la ya mencionada Judy Davis por la cinta que dirigió Woody Allen, Maridos y mujeres.
Sin embargo, en la entrega de los premios, el actor Jack Palance leyó el nombre de la actriz directamente del sobre y la nombró como la ganadora de la estatuilla. Posteriormente, Marisa subió al escenario enfundada en un vestido blanco con detalles negros para dar las gracias por el premio:
“Muchas gracias. Es un gran honor para mí recibir este premio en el año que reconocemos, celebramos y honramos a las mujeres. Claro que le doy las gracias, muchísimas gracias, al elenco y equipo de producción de Mi primo Vinny, especialmente al señor Joe Pesci por su apoyo infinito y su gran talento. Muchas gracias”, dijo al momento de recibir la estatuilla en el Dorothy Chandler Pavilion.
Aunque con un efecto un tanto retardado, la prensa reaccionó un año después a la premiación: The Hollywood Reporter destapó que circulaban rumores sobre una fuente cercana a la Academia que habría confirmado que todo fue un error, que el actor que en ese entonces tenía 74 años se había equivocado al llamar a Marisa al escenario y que la Academia le siguió el juego.
Sería la primera vez que algo así habría pasado y no se sabía si la encargada de los Oscar podría echarse para atrás y admitir un error de ese calibre.
El rumor de la reacción de la Academia
En 1994, The Hollywood Reporter publicó algunos rumores sobre el supuesto error de la premiación. Según había declarado una fuente cercana, la Academia sabía sobre el error que cometió Jack Palance por no estar “en sus cinco sentidos”, pero decidió seguir la corriente. Habría sido muy bochornoso admitir lo que en realidad habría sucedido.
“De acuerdo con este rumor, (el accidente) pasó porque el presentador del Oscar Jack Palance no pudo leer el nombre escrito en el sobre secreto anunciando a la mejor actiz de reparto de 1992″, se lee en la pieza escrita por el medio de espectáculos. “En lugar de pedir ayuda, según se cuenta, Palance dijo de manera arbitraria el nombre de Tomei en lugar del de la ganadora real”.
Aunque el rumor fue desacreditado por el medio, otros periódicos lo retomaron, como Entertainment Weekly, que incluso se aventuraron a decir quién habría sido la posible ganadora, según los rumores: “El presentador Jack Palance leyó de manera inadvertida el nombre de la última nominada del Teleprompter, en lugar del sobre”, explicó el medio.
“Dependiendo de quién te cuente la historia, la ganadora era o Judy Davis por Maridos y esposas o Vanessa Redgrave por El final del verano”, continúa la publicación, atribuyéndole todo al rumor cuyo origen, como normalmente sucede con las leyendas de Hollywood, es desconocido. Y aunque nunca se probó la validez de estos rumores, la carrera de Tomei se vio profundamente afectada después de ellos.
La carrera de Tomei después del rumor
Después de la aparición del rumor que posteriormente escaló a teoría conspirativa, Tomei se burló de lo sucedido cuando estuvo a cargo de la conducción del Saturday Night Live poco tiempo después. Sin embargo, nunca pudo escaparse de él. Desde entonces, en las entrevistas casi siempre salía a colación.
“Fue muy difícil al inicio”, reveló en una entrevista que dio en el 2001, cuando fue nominada a su segundo Oscar por la película En la habitación. Prueba de que la carrera actoral de la actriz no sólo despuntó una vez, sino en dos ocasiones más con otras nominaciones
Años después, el accidente que tuvo lugar cuando se otorgó el Oscar a mejor película a La La Land, cuando en realidad le pertenecía a Moonlight, echó por tierra todas las teorías sobre que la Academia simplemente siguiera el juego en caso de un error: el círculo cerrado de personas que conocían los resultados tendrían que intervenir en una situación así. Por ello, sería casi imposible que el Oscar de Tomei haya sido un error.
SEGUIR LEYENDO: