La India vive con gran revuelo el arresto de Aryan Khan, hijo de la megaestrella de Bollywood Shah Rukh Khan, al que este jueves se le denegó otra vez la libertad bajo fianza tras su detención por un presunto caso de tráfico de drogas.
El joven, de 23 años, fue detenido junto a otras siete personas el pasado 2 de octubre en la ciudad occidental de Bombay, sede de la industria cinematográfica de Bollywood, tras una redada durante una fiesta en un crucero con destino al estado vecino de Goa.
Tras permanecer casi dos semanas en prisión, un tribunal de Bombay denegó este jueves una vez más la petición de libertad bajo fianza de la defensa, por lo que el joven deberá permanecer entre rejas al menos hasta el próximo 20 de octubre, cuando se espera una decisión.
La Oficina Central de Estupefacientes india (NCB, en inglés) afirmó durante la audiencia del caso que el acusado consumía con frecuencia sustancias prohibidas y estuvo en contacto con personas en el extranjero que “parecen formar parte de una red de tráfico de drogas”, según recoge el canal de noticias NDTV.
Por su parte, el abogado de Khan, Amit Desai, respondió que, en el momento del arresto, el joven no tenía drogas ni llevaba dinero suficiente para comprarlas, por lo que no habría ninguna evidencia para inculparle por tráfico de estupefacientes.
El NCB basa sus acusaciones en varias conversaciones de WhatsApp que demostrarían que Khan consume drogas desde hace varios años, unas pruebas sobre las que, por su parte, Desai defendió que los mensajes de “los jóvenes de hoy en día” se pueden malinterpretar con facilidad, y que aunque fuera el caso de que el joven consumía, eso supondría que deberían tratar de rehabilitarlo y no condenarlo a prisión.
La sociedad india está impactada por el caso del hijo mayor de Shah Rukh Khan, un actor idolatrado en la India y cuya carrera está plagada de grandes éxitos de Bollywood, entre los que destaca “El valiente se llevará a la novia” (1995), una película romántica que llegó a estar más de 1.000 semanas seguidas en cartelera.
Para muchos el caso no es más que una caza de brujas contra Khan por su “apellido” musulmán en este país de mayoría hindú, o para tratar simplemente de dar ejemplo a la sociedad en su lucha contra las drogas, diciendo que ni los más poderosos pueden huir de la Justicia, enfrentándose a la cárcel si consumen o trafican.
(Con información de EFE)
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