Veinticuatro años después Las Juanas regresaron en una nueva versión más oscura de la exitosa telenovela colombiana: La venganza de las Juanas, producida por Lemon Films, escrita por Jimena Romero, quien retoma la historia original de su padre Bernardo Romero y dirigida por Pepe Castro y Rodrigo Ugalde.
En la historia original cinco mujeres descubren que son hijas del mismo hombre, además de que cuenta con realismo mágico y mucho humor. En esta sigue habiendo magia a través de Juana Bautista, la chamana maya, pero hay un giro hacia el suspenso, el género favorito de la escritora. “Quería llevarla por un camino totalmente diferente porque la historia comienza con un misterio: son cinco mujeres que no saben quién es su padre”, comentó para AP.
En ambas producciones las Juanas comparten una marca de nacimiento en forma de pez, pero en la primera versión se tardaban más en resolver el misterio del lazo que las une, pues una de las Juanas se dedica a buscar a sus medias hermanas por varios municipios de Colombia, en la nueva, respetando la actualidad, todo se aclara rápidamente con una prueba de ADN.
En la historia colombiana el padre de las cinco hijas es una gran persona y está arrepentido por no haber estado en sus vidas, pero en esta, Simón, interpretado por Carlos Ponce, es muy diferente y no quiere saber de sus hijas. Romero aseguró que el perdón de las Juanas llegó demasiado fácil en la original. “Yo no quería que el padre se disculpara tan fácilmente. El padre salía como muy bien librado... sentía que había que traerlo para decirle ‘mire las consecuencias de sus actos’”.
Las Juanas conservaron su nombre, pero algunas cambiaron sus profesiones. Juana Manuela “Manny” (Zuria Vega) no es boxeadora, trabaja en un club de desnudistas como bailarina, y Juana Valentina (Renata Notni) ya no es vendedora en una tienda de electrodomésticos, ahora es periodista y está enfocada en el tema de desaparición de mujeres. Juana Caridad (Oka Giner) sigue siendo monja, aunque ya no es totalmente inocente. Juana Matilde (Juanita Arias) se mantiene como cantante y Juana Bautista (Sofía Engberg) sigue conectada con las energías y el esoterismo, pero en este caso bajo la tradición maya.
Algunas actrices que protagonizan esta historia contaban con cierta experiencia en los trabajos de sus personajes, pero siguió representando un reto lograr plasmarlo en las escenas.
Vega había practicado Pole Dance cuando tenía 20 años, pero después de dos hijos y 10 años después sentía que comenzaba de cero. “Fui yo todo, no tuve doble. Fue uno de los retos que tenía este personaje y la verdad desde que me lo quedé me puse muy obsesiva con que tenía que lograrlo yo, porque era parte de lo que vive el personaje”.
Juanita Arias había tenido escenas musicales antes, pero no al nivel que exigía su interpretación de Juana Matilde, quien tiene 11 canciones en la serie. “Fue prepararme como una cantante lo hace. Yo realmente no canto espectacular como canta Juana Matilde, pero sí me metí a mis clases de canto”, además aseguró que era importante lograr imprimir sentimiento en su interpretación y dejar de lado la pena al cantar ante un público.
En el caso de Engberg, no le costó tanto trabajo adentrarse al mundo de Juana Bautista, pues era algo que ya conocía gracias a su madre. “Era muy mística, era astróloga maya y hacía regresiones y terapias alternativas. Desde muy chica estuve muy cerca de la fe”, dijo la actriz desde la Ciudad de México.
En la serie, Juana Valentina asume el liderazgo entre sus hermanas para buscar a su padre, mientras que Manny se vale de otros medios para llegar a él cuando se da cuenta de que está más cerca de su padre sin saberlo. Las Juanas se enfrentan a los feminicidios y a la violencia sexual, pero ninguna se detiene.
“Siento que las mujeres ya traemos ese chip, ya no nos quedamos calladas. Creo que la serie propone este tipo de mujeres... que van hacia adelante, que son sobrevivientes”, dijo Zuria
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