Una subasta que termina este domingo en Australia pone a la venta 13 extravagantes vehículos de la taquillera película “Mad Max: Furia en el camino”, un filme de 2015 ambientado en un post apocalíptico desierto.
“La primera vez que los vi, estoy casi seguro de que escuché a uno de los autos decir ‘Necesito que me conduzcan enojado’”, contó a la agencia de noticias AFP Geoff McKew, experto de automóviles de la casa de subastas Lloyds Auctions.
“Las máquinas que se adelantaron al fin de la civilización han sido desenterradas en el mayor hallazgo jamás registrado”, señala Lloyds en la descripción del lote. Y añade: “Nitrosas, nocivas y sin sentido, herederas del infierno, marcan la extraña habilidad del hombre para arrancar la belleza incluso de lo diseñado para la muerte y la destrucción, el arte del poder, el significado de las máquinas”.
El gigantesco War Rig, un enorme camión cisterna pilotado por el personaje de Charlize Theron, o el Razor Cola, el Ford Falcon XB coupe GT reinventado que se enfrentó a Max Rockatansky, figuran entre los objetos a subastar de la cuarta entrega de la saga de la película de director australiano George Miller.
Los coches de esta película salieron de la mente del diseñador de producción Colin Gibson, quien ideó 150 vehículos de los cuales 88 se consideraron “coches finales” que acabaron en la pantalla, según un artículo de 2015 de Bloomberg. Muchos de esos vehículos estaban destinados a ser destruidos de un modo específico, y algunos sólo eran parcialmente funcionales. Por ejemplo, algunos autos solo iban marcha atrás.
“No deberían descansar en un almacén”, sino “recibir el respeto que se merecen”, explicó McKew.
La venta ha causado furor, especialmente en los casinos de Las Vegas y el festival Burning Man en Estados Unidos.
Aunque la casa de subastas no tiene la intención de dejar que “salgan a bajo precio”, McKew no se atreve a decir un valor de por cuánto se podrían vender.
Además, los propietarios solo venderán los 13 vehículos juntos, en un esfuerzo por preservar parte de la historia del cine.
Aunque ninguno de los autos podrá circular en la calle, sería improbable, precisó McKew, que la policía detuviera a una “bestia” como el “Gigahorse” de dos Cadillac Coupe DeVille de 1959.
“Cuando lo vi por primera vez, me pregunté si estaba teniendo un ataque al corazón”, relata McKew.
El éxito de la película reforzó el culto de la saga de acción distópica australiana, cuyo protagonista fue interpretado por primera vez por Mel Gibson en 1979.
(Con información de AFP)
SEGUIR LEYENDO: