Emilio Azcárraga Milmo fue uno de los empresarios más poderosos, millonarios e influyentes del siglo XX. Después de haber recibido la herencia de Telesistema Mexicano, que más tarde se convertiría en Televisa, el magnate logró consolidarla como la compañía de medios de comunicación más importante del país y de América Latina. Tras lograr varias fusiones con canales estatales, parte de la estrategia de negocio que siguió “El Tigre” consistió en trasladar sus contenidos a otros países.
Aunque el magnate nació en una de las familias más acaudaladas del norte de México, la conflictiva relación que llevó con su padre, Emilio Azcárraga Vidaurreta y su relación con María Regina Shondube Almada, lo impulsaron a adentrarse en el mundo de los negocios aun cuando, en ese entonces, fue tildado como un “hijo de papi”, cuya principal cualidad era ser el descendiente de un gran empresario que logró establecer la primera estación radiofónica con cobertura nacional.
Luego de haber cursado parte de sus estudios en educación básica en la Academia Culver en Indiana, Estados Unidos; Azcárraga Milmo renunció a la formación militar y decidió permanecer en México debido a que conoció a Gina Shondube. Con solo 17 años, “El Tigre” se introdujo en el mundo de los negocios junto con su amigo Othón Vélez Jr.
Contrario a lo que podría pensarse, el primer empleo de Azcárraga Milmo fue muy humilde y consistió en la venta de la Encyclopaedia Britannica de puerta en puerta en las casas más ricas de la Ciudad de México. Este empleo comenzó a desempeñarlo con el fin de demostrarle a su padre que era autosuficiente para seguir su relación con Gina, quien falleció a causa de un tumor cerebral poco tiempo después de haber contraído matrimonio con “El Tigre”.
Sin embargo, para el magnate mexicano fue difícil ganar la confianza y simpatía de su padre, quien le otorgó el apodo de “príncipe idiota” tras haber presentado dificultades financieras para la construcción del Estadio Azteca, según lo cuenta el cronista Fabrizio Mejía Madrid en la obra Nación TV. La novela de Televisa.
Se dice que Azcárraga Vidaurreta constantemente ponía a competir a “El Tigre” con Fernando Diez Barroso, empresario que contrajo nupcias con su hermana mayor, Laura Azcárraga Milmo. De acuerdo con la investigación El Tigre: Emilio Azcárraga y su Imperio Televisa, realizada por Andrew Paxman y Claudia Fernández ; varias persona consideraron que Diez fue su yerno favorito y se llegó a pensar que él sería el heredero legítimo de su fortuna, pues se ganó muy rápido la confianza de Vidaurreta en el ramo de la administración y las finanzas; mientras que varias figuras importantes de la época apuntaron que su hijo tenía pocas capacidades para manejar la compañía.
Para 1972, después de la muerte de Azcárraga Villaurreta, “El Tigre” se convirtió en el heredero de un imperio que apenas comenzaba y asumió el cargo de presidente del consejo de Televisa. Emilio Azcárraga Milmo hizo crecer la compañía fundada por su padre más de tres décadas antes debido a que basó el proceso de crecimiento de Televisa en la en la internacionalización de la compañía, por lo que en 1976 comenzó a exportar sus contenidos a Univisión, cadena de televisión estadounidense que se dedica a transmitir programación de habla hispana.
Según la revista colombiana Semana, en 1993 la fortuna de Azcárraga Milmo estuvo valuada en 5 mil millones de dólares, colocando al mexicano como una de las figuras más ricas de Latinoamérica. Tres años antes, el empresario entró a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y años más tarde también incursionó en la Bolsa de Nueva York, posicionándose como una de las marcas más rentables en el país, según Expansión.
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