En un honesto artículo de opinión publicado por The Washington Post el martes, Uma Thurman sacó a la luz lo que ella misma ha denominado su “secreto más oscuro”.
“Comparto mi mayor dolor personal para posicionarme junto a nuestras hijas y hermanas. Estamos en esto juntas”. Con esa frase la actriz compartía en su perfil de Instagram el texto que escribió donde alza su voz contra la controvertida ley del aborto que se aprobó el 1 de septiembre en Texas, con la que la interrupción del embarazo queda prohibida de forma casi total.
La artista arranca su texto titulado “La ley de aborto de Texas es una crisis de derechos humanos para las mujeres americanas” casi disculpándose: “Puede que ustedes no estén interesados en las opiniones de una actriz, pero dada esta atrocidad, siento que es mi responsabilidad alzar la voz”.
Thurman ha relatado con dolor un episodio que tenía muy escondido. “Comencé mi carrera como actriz a los 15, trabajando en un entorno en el que a menudo era la única niña en la sala”, comenzó. “Al final de mi adolescencia, un hombre mucho mayor me dejó embarazada accidentalmente. Vivía con una maleta en Europa, lejos de mi familia, y estaba a punto de comenzar un trabajo. Lo pasé muy mal pensando qué hacer. Quería quedarme con el bebé pero ¿cómo? Luché por decidir qué hacer”.
La protagonista de “Kill Bill” detalló que llamó a sus padres para pensar qué opciones tenía. “Jamás habíamos hablado antes sobre sexo, aquella fue la primera vez y fue terrible para todos. Me preguntaron sobre la situación de mi relación, que no era viable, y me advirtieron de la dificultad de criar un bebé yo sola, adolescente. Mi fantasía infantil de maternidad fue corrigiéndose en voz alta mientras sopesaba las respuestas a preguntas muy concretas. Estaba empezando mi carrera, no tenía medios para darle una casa estable, ni siquiera para mi”, continúa.
Y finalmente decidieron como familia interrumpir el embarazo. “Llegamos a la decisión de que pararlo era lo correcto. No obstante, mi corazón estaba roto”, confiesa acerca de esa conversación que tuvo con sus padres.
Cuando llegó el momento de proceder al aborto, la protagonista de “Pulp Fiction” ha explicado que fue al consultorio de un médico en Colonia, Alemania, acompañada de un amiga. “Me dolió terriblemente, pero no me quejé”, ha recordado. “Había interiorizado tanta vergüenza que sentí que me merecía el dolor”. Thurman todavía recuerda la comprensión y amabilidad que demostró aquel médico, que le dijo que le recordaba a su hija. “Un gesto de humanidad que se ha quedado en mi mente como uno de los mayores momentos de compasión que jamás he vivido”, asegura.
“En esta historia hay mucho dolor. Hasta ahora ha sido mi secreto más oscuro. Tengo 51 años y lo comparto con ustedes desde el hogar en el que he criado a mis tres hijos, que son mi orgullo y mi alegría”, escribe Thurman en su columna. “Mi vida ha sido extraordinaria, a veces con dolor, retos, miedos y pérdidas, como tantas otras mujeres, pero también ha estado marcada, como para tantas, como fuerza y compasión. He concebido a mis mágicos y hermosos hijos con hombres a los que he amado y en quienes he confiado lo suficiente como para traer a un niño a este mundo. No me arrepiento de mi camino. Aplaudo y apoyo a las mujeres que escogen otras opciones. El aborto que viví de adolescente fue la decisión más dura de mi vida, que me causó angustia y a que a día de hoy aún me entristece, pero fue el camino a la vida llena de alegría y amor que he experimentado. Elegir no continuar ese temprano embarazo me permitió crecer y convertirme en la clase de madre que quería y necesitaba ser”.
Thurman tiene tres hijos,: Maya, de 23 años, Levon Roan, de 19, fruto de su matrimonio con el actor Ethan Hawke y Luna, de 9, que comparte con con el financista Arpad Busson.
En su carta, Thurman asume que no tiene nada que ganar al hacer esta revelación, “y quizá mucho que perder”. Pero cree que contando su durísima experiencia quizá pueda ayudar a “arrojar luz que llegue a mujeres y niñas que sientan vergüenza y no puedan protegerse a sí mismas ni tengan quien lo haga”. “Les aseguro que nadie se encuentra en esta situación a propósito”, afirma.
Para la actriz la ley texana es un ataque contra las mujeres, una “herramienta discriminatoria contra quienes están en desventaja económica y contra sus parejas”. “Las mujeres y los niños de familias ricas tienen todas las posibilidades del mundo y se enfrentan a pocos riesgos”, argumenta.
Para terminar lanza un mensaje “a todas las mujeres indignadas porque el estado les ha quitado el derecho sobre su cuerpo; a todas las que se han convertido en vulnerables y que sufren vergüenza por tener útero”. A todas ellas, Thurman les dice: “Yo las veo. Tengan valor. Son hermosas. Me recuerdan a mis hijas”.
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