Tras tres meses de que Karla Díaz se vio envuelta en varias polémicas por vender termos con pedrería en casi dos mil pesos mexicanos y hacer propaganda para el Partido Verde en medio de la veda electoral, la cantante se defendió de las críticas y se siente feliz con lo que ha hecho.
El pasado junio la cantante de JNS, Karla Díaz se vio involucrada en la controversia que involucró a cientos de influencers, atletas, actores y cantantes debido a que el Partido Verde lanzó un “proyecto creativo” que consistía en hacer proselitismo en redes sociales, principalmente Instagram, en medio de la veda electoral por las elecciones intermedias de este año.
Pese a que fue muy criticada debido a su participación en dicha campaña, Díaz se defendió con el mismo argumento de la mayoría de los involucrados y dijo que en realidad había sido un evento en el que ella compartió su opinión, además lo calificó como una exageración.
“La verdad es que es un poquito darle vueltas a lo mismo. Creo que a veces la gente exagera mucho las cosas y lo único que puedo decir es que cada quien es libre de expresarse y decir lo que quiera”, expresó para los medios desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, captada por Ventaneando.
La influencer negó que el Instituto Nacional Electoral la hubiera investigado o multado como se había anunciado que se haría con las personas que aceptaron participar en el proyecto, pues contesto: “Para nada. Uno habla las cosas y dice las cosas con el corazón. Todo mundo tenemos experiencias en la vida que hay que mejorar en todos los aspectos”.
Por otra parte, la cantante también fue cuestionada sobre los vasos térmicos que vendió a través de la tienda virtual de su canal de YouTube Pinky Promise, los cuales ascendían a precios desde los 1,700 pesos hasta los 1,800 pesos.
Karla compartió que la venta de los termos tuvo un buen fin pese a las críticas recibidas y dijo que todo se debe a que hay gente que la aprecia y la va a apoyar siempre sin importar lo que haga, además de que los comentarios que salieron son envidia.
“La gente siempre va a hablar. Creo que es un mal que tenemos cuando a la gente le va bien y me siento muy bendecida, muy agradecida. Habrá gente que le guste y habrá a quien no. Hay otras cosas que también vamos a empezar a lanzar. Los termos se agotaron pese a todo lo que estaban diciendo, es muy extraño. Sé que hay público que me quiere y que me va a seguir”, señaló.
Y es que los Pinky Termos salieron a la venta después del éxito de su canal de videos en el que Díaz siempre comparte bebidas con sus invitados en ese tipo de vasos; cuentan con un popote y están decorados con cuentas de plástico formando el logotipo del programa: el rostro de un unicornio con los ojos cerrados, pero hay un modelo que cuenta con la opción de personalizarlo con una letra a un precio más alto.
La gran cantidad de comentarios negativos en su respectivo post de Instagram destacó por sobre la de aquellos interesados en adquirir un Pinky Termo:
“Mejor me compro tres en Starbucks”, “Los pueden hacer y les sale más barato porque 1,600 es una exageración”, “¿Pos de dónde sacan los diamantes?”, “Entonces el partido Verde no te pagó mucho, ¿verdad? Con el tiempo toda la decoración se va a caer”, “En serio, qué estupidez, 1,800 por un vaso?”, “Te la rayaste Karlita, me sale más barato hacerlo yo misma y con piedra buena, original que brille, pero bueno” son sólo algunos comentarios que se leen en la publicación.
SEGUIR LEYENDO: