Algunas actrices de la época del cine de oro mexicano tuvieron que enfrentarse a algunos obstáculos para poder convertirse en estrellas recordadas con el paso del tiempo, pero pocas se igualan a los supuestos procedimientos a los que Sara García, la eterna abuelita, tuvo que someterse para poder quedarse en la memoria de su público como una persona de la tercera edad.
Sara García desde una edad muy joven se dio cuenta de que su destino estaba en interpretar a una mujer de edad avanzada, esto porque sus facciones se lo permitían y porque su carácter siempre lograba amoldarse a sus personajes.
Mientras algunas actrices comenzaban a modificar su cuerpo con algunas nuevos procedimientos estéticos que servían para resaltar sus facciones o para darle más volumen a algunos músculos, Sara se habría inclinado a otros métodos más agresivos, pero que le asegurarían resultados definitivos.
El hecho de que constantemente tuviera que simular que no tenía dientes o que tenía el pelo completamente blanco, la obligaron a tomar decisiones drásticas, entre ellas a extirparse dientes e, inclusive, fracturarse algún hueso.
Existen varias versiones del mito de Sara García, algunos aseguran que a la edad de 45 años, la actriz decidió acudir a un dentista para que le retiraran 14 piezas de su dentadura, pero otros sostienen que no fue así, sino que estuvo habría sucedido a una edad aún más temprana, a los 39 años.
Ya sea para la película Allá en el trópico o para Mi abuelita la pobre, García se habría sacado los dientes para asistir al casting, pues sería un proyecto prometedor y no estaba dispuesta a perder el papel más importante que le habían ofrecido.
Supuestamente, la actriz se habría empeñado tanto en su papel que había veces en las que salía de su casa con un bastón y caminaba por las calles en espera de ver la reacción de las personas que la veían atravesar calles o subir escaleras, de quienes esperaba recibir ayuda según su aspecto y actuación.
Aunado a ello, se esforzaba por que su cabello y maquillaje siempre quedara con un peinado impecable, ya sea con el cabello completamente blanco o una peluca, acudía temprano a sus llamados para que los maquillistas trabajaran en su aspecto.
Las modificaciones en su cuerpo no se habrían detenido ahí, pues también se fracturó una rodilla para poder utilizar de forma más natural el bastón. La llamada Abuelita de México no habría pensado en su salud y se entregó al cine de forma completa, aunque esta historia habría sido desmentida por Ana Martín, quien llegó a asegurar que ninguno de esos procedimientos se habría realizado la actriz.
Desde entonces Sara interpretó sólo a mujeres de la tercera edad, quienes tenían un papel especial en la vida de sus hijos o sus nietos.
Una de sus películas más famosas fue Los tres García, en donde encarnó a la abuela de tres jóvenes que luchaban por el amor de una misma mujer. La cinta fue protagonizada por Pedro Infante, Abel Salazar y Víctor Manuel Mendoza, la cual habría sido su película favorita, y lo confirmó diciendo “fui la abuelita de los tres muchachos, y fue ese el personaje con el que más me identifiqué y me acerqué a Pedro Infante”, dijo en una entrevista.
Pero su carrera no se habría detenido en unas cuantas producciones, sino se habría extendido hasta sus 85 años, en los que estuvo presente en casi 150 películas con las que incluso llegó a Estados Unidos.
“Pedirme a mí que hable de cine mexicano, ¿qué no habré vivido? ¿qué no habré visto? Es como solicitar mi autobiografía y de cuántas maneras distintas me han visto a mí”, dijo la actriz durante una entrevista, en la que recordaba sus mejores momentos dentro del cine mexicano.
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