La actriz Allison Mack ingresó en prisión dos semanas antes de lo previsto para cumplir tres años de pena por su implicación en el caso de la secta NXIVM, cuyo fundador, Keith Raniere, fue condenado a 120 años de cárcel por tráfico sexual y otros cargos.
Según unos documentos publicados este miércoles por medios de comunicación locales, Mack llegó el pasado lunes a la prisión de la localidad californiana de Dublin (cerca de San Francisco), donde también cumplieron condena las actrices Lori Loughlin y Felicity Huffman por un caso de fraude en el sistema de admisión a universidades estadounidenses.
El ingreso de la actriz estaba programado para el 29 de septiembre.
Tras cumplir su sentencia de tres años en una prisión federal, Mack, de 38 años, tendrá también que cumplir con otros tres años de libertad condicional.
Detenida en abril de 2018, la estrella de la serie “Smallville” admitió un año después su culpabilidad en dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado, y entonces expresó su arrepentimiento y pidió perdón a las víctimas de la secta.
“A aquellos que han sido perjudicados por mis acciones es de suma importancia para mí decir, desde el fondo de mi corazón, que lo siento mucho”, dijo la actriz. “Lamento haberlos expuesto alguna vez a los esquemas nefastos y emocionalmente abusivos de un hombre retorcido”.
La secta NXIVM, un supuesto grupo de autoayuda en el que estaban implicadas varias personas conocidas, fue utilizada por su líder, el canadiense Keith Raniere, para abusar sexualmente de mujeres.
Raniere fue condenado en octubre del año pasado a 120 años de prisión en un tribunal de Nueva York por delitos de tráfico sexual, pornografía infantil y crimen organizado.
En concreto, el juicio del caso NXIVM se centró en un subgrupo de la secta exclusivo para mujeres llamado DOS, en el que algunas integrantes llegaron a ser marcadas con las iniciales del líder, en una dolorosa ceremonia en las que se les quemaba la piel sin anestesia en una zona cercana al pubis.
Además de las relaciones con el líder, la pertenencia a DOS requería que las “esclavas” tuvieran que pedir permiso para comer y debían entregar material gráfico o información comprometida, que podía ser publicado si se negaban a seguir las órdenes. Por eso, muchas tenían temor de dejar el grupo.
En el caso han estado implicadas, además de Mack, varias personalidades destacadas como la heredera del imperio licorero Seagram’s, Clare Bronfman, que el pasado septiembre fue condenada a seis años y nueve meses de prisión, después de declararse también culpable.
El caso generó gran atención mediática, y dio pie a varios documentales como “The Vow” de HBO.
(Con información de EFE)
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