Emilio Azcárraga Milmo fue uno de los empresarios más poderosos y ricos del siglo XX. Después de que heredó la compañía Telesistema Mexicano, que más tarde se convirtió en Televisa, “El Tigre” logró consolidarla como la empresa en medios de comunicación más importante de México y América Latina gracias a que su estrategia de negocios le permitió internacionalizarla.
De acuerdo con la investigación de Andrew Paxman y Claudia Fernández, asentada en el libro El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, el magnate fue uno de los primeros mexicanos en ingresar a las famosas listas de multimillonarios de las revistas Forbes y Fortune, con un patrimonio neto que alcanzó los USD 5,000 millones hacia 1999, dos años después de su fallecimiento.
Aunque “El Tigre” destacó por sus polémicas declaraciones, también lo hizo por ser un gran estratega para los negocios, ya que su figura fue imprescindible para colocar los contenidos de la televisora más allá de las fronteras. Pese a que el empresario fue muy conocido por su carácter fuerte, su infancia y su adolescencia estuvieron marcadas por una conflictiva relación con su padre, quien fue muy duro con él y, se dice, lo trataba peor que a algunos empleados de su compañía.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, comenzaron a ponerse “de moda” los internados estadounidenses y Azcárraga Vidaurreta decidió enviar a “El Tigre” a cursar sus estudios en la Academia Culver, localizada en Indiana, Estados Unidos.
Este internado ya había sido elegido para que los hijos menores de algunos empresarios mexicanos estudiaran en el extranjero, entre ellos Alberto Bailléres, dueño de las tiendas departamentales de lujo El Palacio de Hierro y de la productora de plata más importante en México: Industrias Peñoles. Además de Azcárraga Milmo y Bailléres, en Culver también estudiaron Lalo Novoa y Othón Vélez Jr., así lo aseguraron Paxman y Fernández.
De acuerdo con lo relatado en la investigación “Emilio Jr. necesitaría un buen nivel de inglés para estar siempre al tanto de la nueva tecnología y para tratar con los socios y los anunciantes internacionales (...) la disciplina en Culver y la autodisciplina que fomentaba fueron también fundamentales”. Antes de inscribirlo en la academia estadounidense, “El Tigre” estudió en el Instituto Simón Bolívar, en México.
Sin embargo, a Azcárraga Milmo siempre mostró poco interés en las cuestiones militares de Culver y hacia 1948, tras estar de vacaciones en México durante la temporada de pascua, conoció a quien sería su primer amor: María Regina Shoundube Almada, por lo que se cuestionó qué pasaría si regresaba al internado estadounidense y, en este sentido, “con gran temor Emilio buscó a su imponente padre, un hombre conocido por su voluntad de hierro, y le comunicó su decisión: no regresaría a Culver”, se explicó en El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa.
De esta forma, Azcárraga Vidaurreta aceptó la decisión del muchacho y así “El Tigre” logró quedarse en México para continuar su romance con Gina. No solo no acudió a la ceremonia de graduación en Culver, sino que no obtuvo su certificado de secundaria y se libró de la posibilidad de ser enlistado por el ejército estadounidense.
Por esta razón, Azcárraga Milmo debía demostrar que era capaz de ganar un sueldo y aprender nociones básicas en el mundo de los negocios, por lo que comenzó a vender la Encyclopaedia Britannica de puerta en puerta en las zonas más adineradas del país.
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