Raquel Bigorra ha estado en el ojo público desde que Daniel Bisogno la acusó por vender información suya a una revista de espectáculos, sin embargo, esta vez decidió hablar de otro momento muy difícil en su vida, que fue el intentar ser mamá.
La artista mencionó a Gustavo Adolfo Infante en El minuto que cambió mi destino que la historia de amor entre ella y su actual esposo, Alejandro Gavira, fue muy bonita y romántica desde el principio, pero que hubo un momento en que ya querían ser padres y por diversas circunstancias no se podía.
“Nos casamos en el 2011. Mira, fue por desinformación. Yo pensaba que una mujer sana, que nunca había fumado, que no he bebido, que hago ejercicio, yo dije: ‘bueno, en el momento en el que me quiera embarazar, yo lo voy a poder hacer. Tengas 40 y no es así”, remarcó.
Bigorra remarcó que esa no era la realidad, ya que las condiciones biológicas a una edad más madura no eran las mismas que de alguien de 20 años.
“Yo me enteré de ese proceso cuando me quise embarazar, nos casamos por la iglesia, tuvimos una boda muy bonita y claro que venía el niño, pero también queríamos formar nuestra propia familia. E intentamos embarazarnos, pero no podíamos”, dijo la actriz.
Ante esta triste situación, Raquel contó que un conocido le recomendó que fuera con su pareja a hacerse un chequeo médico para poder encontrar las razones por la que no lograban tener un hijo. Bigorra se mostró incrédula en primera instancia e, incluso, un poco consternada.
“Vamos con un ginecólogo y ya me explica un poco esto sin alarmarme tanto. Hicimos algunos procesos de inseminación, pero no era un problema de trompas [...] pero esos tratamientos sí te van pegando emocionalmente porque tú como pareja con una ilusión lo haces y juras que al poco tiempo te darán una buena noticia”, dijo.
Raquel contó que durante toda su vida se dedicó enteramente a su sueño de estar en el mundo del espectáculo y a los 40 años fue cuando sentía que ya estaba en el tiempo de querer ser mamá.
“En el momento donde dices, ahora vamos por ese bebé, por ese sueño, no llegaba”, ahondó.
Bigorra destacó que se cansó emocionalmente del proceso e incluso le dijo a su pareja que dejaran de intentarlo por un tiempo, pero él le insistió que siguieran esforzándose por crear su propia familia.
“Me dice el doctor, fíjate por tu edad yo te quiero poner tres embriones y me dice, déjame hacer mi trabajo. Yo te prometo que vas a salir con un bebé sano de la clínica y vas a estar bien, yo te voy a poner tres embriones, me hablan al tiempito que es y quedo embarazada”, externó.
Para sorpresa de la conductora, no sólo estaba esperando un bebé, sino dos. No obstante, su médico le advirtió que en casos como el de ella era posible que uno de los pequeños absorbiera al otro a las 7 u ocho semanas de gestación y, por tanto, existía la posibilidad de que al final sólo tuviera uno y así fue como sucedió.
“Quedo embarazada de mi niña, vamos a vivir una experiencia bien padre, y (su esposo le dice) no hay que saber cuál es el sexo del bebé. Y yo dije cómo órale y me aventé las 37 semanas y media, tuve un embarazo fabuloso con 40 años [...] llega el día en que nace, cuando me dicen que era niña se me caen más los calzones”, externó la actriz entre lágrimas.
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