Emilio Azcárraga Milmo fue uno de los empresarios más influyentes, millonarios y poderosos de la segunda mitad del siglo XX. Tras la muerte de su padre, “El Tigre” heredó la compañía Telesistema Mexicano, que más tarde se convertiría en Televisa. De acuerdo con la revista colombiana Semana, el patrimonio neto del empresario alcanzó los USD 5,000 millones, cifra que lo colocó como el personaje más rico de América Latina.
En 1993, Azcárraga ingresó a las listas de multimillonarios Forbes y Fortune, con una riqueza estimada en USD 2,800 millones, así lo indicó la investigación El Tigre”: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, realizada por los periodistas Andrew Paxman y Claudia Fernández. En esta década, el magnate mexicano logró colocar su fortuna por encima de la de Carlos Slim Helú y de Eugenio Garza Sada, heredero de Cervecería Cuauhtémoc.
Entre los lujos de “El Tigre”, destacó su yate Eco, una embarcación que fue considerada como una de las más lujosas de la época. Mientras estuvo al frente de Televisa, se dice que el empresario invirtió grandes cantidades de dinero varios jets Grumman y también en residencias en Estados Unidos. Sin embargo, su pasión por los yates lo condujo a la muerte.
De acuerdo con lo relatado por Paxman y Fernández, “El Tigre” era adorador del sol, por lo que “no había nada que disfrutara más que descansar sobre la cubierta de sus yates”, pues consideraba que ahí se le ocurrían sus mejores ideas. No obstante, varias décadas de exposición a los rayos ultravioleta cobraron su cuota. Los periodistas narraron que a finales de la década de 1980, Azcárraga se sometió a un examen médico regular en Los Ángeles, California y, en ese entonces, el dueño de Televisa se quejó por un lunar antiestético de su pierna, del cual no estaba seguro por cuánto tiempo lo había tenido.
Tras este incidente, los médicos determinaron que el lunar de “El Tigre” era canceroso y que Emilio Azcárraga Milmo tenía melanoma y no cáncer en el páncreas como se había dado a conocer por algunos medios de circulación nacional cuando falleció en 1997. Según la investigación, personas allegadas al empresario acusaron de negligencia a su médico personal por no haber realizado una detección oportuna del lunar, ya que el cáncer estaba muy avanzado cuando lo descubrieron.
Pese a la detección tardía de la enfermedad, su padecimiento no siguió empeorando, hasta pasados siete u ocho años de remisión antes de que comenzara a sufrir por la diseminación de tumores secundarios y fue hasta el 16 de abril de 97 que falleció a bordo de su yate Eco y acompañado de su esposa Adriana Abascal, una joven 40 años menor que él y que recibió el nombramiento de Miss México en 1989.
Azcárraga Milmo pasó gran parte de sus últimos días su yate Eco, el cual utilizó durante buena parte de su vida para concretar los negocios más importantes de su compañía. “Adoraba pasar el tiempo descalzo y en pantaloncillos en sus yates, bien recibiendo a sus amigos, observando a las ballenas o sencillamente relajándose”, explicaron Paxman y Fernández.
Cuatro meses antes de su muerte, el empresario invitó a su lujoso navío al cantante español Julio Iglesias y a los productores más influyentes de Miami en esa época: Emilio y Gloria Estefan. Según lo relatado por el intérprete de baladas románticas a los investigadores, luego de haber cenado en el Eco, el magnate se despidió de él con la siguiente frase: : “Qué pena que los leones tenemos que luchar hasta el final”.
SEGUIR LEYENDO: