Germán Ortega habló nuevamente de los problemas económicos que los actores afrontan en medio de las restricciones por la actual pandemia, pero ahora decidió pedir ayuda al gobierno mexicano, aunque señaló que las deudas bancarias que tuvo que confrontar, además de la falta de pago de la colegiatura de su hijo y el predial, ya fueron solucionados.
Desde el pasado febrero el comediante ha resaltado que, debido a que los teatros han permanecido cerrados o con un aforo limitado, se ha enfrentado a una fuerte crisis económica que ha afectado severamente a su vida personal, pero ha logrado salir adelante.
Según reveló el Mascabrother en entrevista para Ventaneando, logró llegar a un acuerdo con los bancos para poder saldar las deudas que generó a través de sus tarjetas. También realizó los pagos correspondientes a las colegiaturas de su hijo, todo esto gracias al apoyo que tuvo de sus amigos y de su trabajo con Relatos Macabrones.
“Mis amigos los actores no me dejan solo, entonces dije ‘ya con eso’, y lo de las tarjetas, que fue muy mencionado, yo ahorita ya cuando vi, mira tuve Relatos Macabrones, y de ahí sale, pago préstamos, llegué a hacer un acuerdo con los bancos, nada más es con uno y con una tarjeta, y las departamentales igual, todo lo hicimos así”, recordó Ortega.
Sin embargo, no dudó en hacer un llamado al gobierno de México para que brinde ayuda a las personas que, como él, tienen que cubrir pagos que han tenido que ir atrasando debido a que la pandemia por COVID-19 continúa y algunas actividades no esenciales siguen sin reiniciar su agenda.
“Yo quisiera que el gobierno… nos… (permitiera) negociar, (que nos dijera) ‘a ver, ¿cuánto debes de predial?, okay, van a pagar el 40%’, porque no hay dinero todavía”, dijo el actor.
El pasado febrero hizo un llamado a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que tome acciones y permita la reactivación de las obras teatrales, ya que después de 11 meses sin actividad afirmó estar desesperado por el panorama que experimentan los actores.
“No les digo que estoy muriendo de hambre, no, no, tengo pánico, tengo miedo. Hablo en nombre de muchos compañeros que no tienen trabajo”, dijo en Sale el Sol.
Entre lágrimas aseguró que había acumulado deudas por las que se encontraba en depresión y muy estresado, pues no encontraba la forma de solventar sus gastos sin la oportunidad de trabajar en teatros, además no era el único en esta situación, pues sabía de otros colegas que estaban en la misma situación.
“Debo colegiaturas, ya me cancelaron tarjetas ¿a qué grado esperemos que llegue? A que me vuelva loco y salga a correr en la calle, porque ‘aguas’ estamos en depresión, todos, estamos muy sensibles. Yo vivo con tensión todo el día”, reveló.
Aunado a ello, el comediante y su familia contrajeron COVID-19 en enero, por lo que llegó a llorar, pues el panorama que se le estaba pintando no era nada favorable para él o para su esposa e hijo. Pese a que los síntomas no fueron muy graves, tuvieron que afrontarse a perder el sentido del gusto y del olfato por varias semanas.
Pese a la difícil situación, el Mascabrother logró salir adelante gracias a su programa Relatos Macabrones en la barra de comedia nocturna de Televisa, además de realizar algunas presentaciones en teatro desde que estos reabrieron con un aforo limitado.
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