Este jueves se cumplen 98 años del nacimiento de uno de los actores más queridos del cine y la comedia mexicana, Ramón Valdés, también conocido como Don Ramón, histrión que formó parte de la reconocida familia Valdés y fue parte del éxito de Chavo del 8.
Una de las primeras apariciones de Ramón como actor fue junto a su hermano Germán Valdés, Tin Tan, en Calabacitas tiernas (1949), pese a que fue un papel pequeño, su participación cautivó y pronto logró obtener nuevas oportunidades.
Fue hasta 1968 cuando conoció al que se convertiría en su compañero hasta el final de su vida, Roberto Gómez Bolaños. Durante sus primeros años con el productor y actor, Ramón comenzó a formar parte de Televisa gracias a producciones como Chespirito y El Chapulín Colorado, pero saltó a la fama de forma internacional con El Chavo del 8.
El histrión se caracterizó por tener una personalidad amable y por siempre intentar ser gracioso con quien se encontrara, lo que no habría pasado desapercibido por Emilio El Tigre Azcárraga, quien quiso conocer de cerca al actor que se estaba ganando el corazón de los televidentes.
Fue entonces que comenzó un acercamiento entre el dueño de Televisa y Valdés, que los llevaría a formar una fuerte amistad que habría durado hasta sus últimos días, pero el actor nunca habría buscado aprovecharse de esta cercanía.
“Mi abuelo era una persona sumamente humilde, es decir, no buscaba la fama, no buscaba el prestigio, el hacía las cosas porque le gustaba. Mi abuelo fue una persona que jamás buscó prominencia o mucha lana”, dijo su nieto Miguel Valdés en entrevista.
Ramón Valdés ya era envidiado por algunos porque él no tenía que cambiarse de ropa al llegar a grabar Chavo del 8 y entrar a su personaje, pues supuestamente él mismo ya iba vestido con jeans, playera y su característica gorra azul, pero sus compañeros sintieron más celos cuando comenzó a gozar del privilegio de fumar.
Pese a que el histrión no buscó nada más allá de la amistad, Emilio Azcárraga decidió exentar a su amigo de algunas reglas que se impusieron en las instalaciones de la televisora, esto con tal de hacerlo sentir cómodo, mostrándole su aprecio a través de este tipo de acciones.
La que más destacó fue que alrededor de 1980 Televisa impuso nuevas reglas que debían ser respetadas por todos sus empleados, entre ellas estaba una en la que se prohibía fumar dentro de los edificios de la empresa, de lo contrario, el actor, actriz o cualquier otro trabajador sería expulsado automáticamente, pero sorprendió a todos ver que Valdés sí tenía permitido fumar.
Rápidamente se hizo del conocimiento de sus colegas que él fumaba en donde quisiera porque era amigo muy cercano de El Tigre y él le había permitido hacerlo.
Lamentablemente, este mismo privilegio fue uno de las razones que habrían llevado a Don Ramón a que el final de sus días fuera tan doloroso y que lo desahuciaran, pues el hecho de que siempre estuviera fumando, incluso mientras grababa episodios de los programas a los que perteneció, le causó cáncer en el estómago, el cual hizo metástasis en la médula.
Después de que el actor fue diagnosticado, el continuó con su trabajo en la televisión y el circo, hasta que el cáncer lo dejó postrado en el Hospital Santa Elena de la Ciudad de México, en donde vivió sus últimos días entre medicamentos para aminorar su dolor y la visita de algo que otro amigo. Falleció el 9 de agosto de 1988.
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