Eugenio Derbez compartió su gran debut como productor junto a su amiga Salma Hayek en una divertida película que llamó la atención por ser la primera vez en la que coincidieron en la pantalla grande, pues hasta ese momento no habían intercambiado en el medio cinematográfico a pesar de su larga relación de amistad.
Fue en 2017 cuando tras más de 30 años de amistad, Eugenio Derbez y Salma Hayek trabajaron en Cómo ser un Latin Lover, una película de comedia que contó la historia de “Máximo”, un gigoló que disfrutaba de vivir a costa de su pareja hasta que ella lo abandonó, por lo que nuevamente emprendió la búsqueda de una novia.
En la nueva aventura del polémico gigoló, la actriz veracruzana le de dio vida a “Sara”, hermana del protagonista que se enfrentó a las ocurrencias y fanfarroneo del comediante.
En una plática para la revista ¡Hola!, Eugenio Derbez reveló que se sintió halagado y a la vez se sintió preocupado desde que la actriz de Frida le dio el sí, pues pensó que si su amistad podría verse afectada debido a que nunca la habían puesto a prueba en un trabajo.
“Cuando hablamos, y después de mucho luchar, dijo que sí, entonces ahí vino el miedo: ´¿Y si resulta que es muy difícil?´ y más como somos amigos”, comentó.
Al parecer, el creador de XHDBZ se enfrentó a varias respuestas negativas por parte de Hayek, sin embargo, gracias a la insistencia y al la historia de su película, fue que la protagonista de Eternals terminó por aceptar.
En la misma entrevista, Derbez explicó que tenía un cierto temor por trabajar con la veracruzana debido a que, para ese momento, ella ya era considerada una estrella internacional. Además, la actriz ya había trabajado en otras producciones cómicas como en Son como niños, una película de Adam Sandler.
Aunque el comediante esperaba que trabajar con Salma Hayek fuer a difícil, aseguró que la actriz siempre se mostró muy profesional ante las indicaciones y aportó demasiado con su interpretación, por lo que al final resultó una experiencia increíble.
“Me encontré con una Salma súper aterrizada, cooperativa. De verdad, se metió de lleno en la película, al grado que un día me dijo: ´Oye, voy a cambiar la escenografía de mi departamento porque no es los suficientemente mexicana´”, recordó.
El actor contó que durante esa peculiar experiencia notó que la modelo se adentró en la historia y terminó por cambiar partes de su set para que se diera una imagen más verídica de cómo es la cultura mexicana desde la gastronomía.
“Luego mandó a alguien a comprar comida mexicana de verdad porque nos habían puesto chili con carne. También mandó a contratar a una cocinera mexicana que llevó frijoles, arroz, chilorio, tamales... Entonces, no cualquier actor se involucra tanto”, expresó.
Gracias a la indumentaria que propuso Salma Hayek y a su inigualable sentido de improvisación, fue que los espectadores pudieron disfrutar de la divertida escena donde “Sara” golpea repetidamente a “Máximo” en la cara debido a la desesperación.
“Yo estaba feliz con Salma, además improvisó cuando me agarra a tortillazos, ¡eso lo inventó ella!”, recordó.
Otro momento especial que sobresalió de la película fue cuando la actriz veracruzana interpretó con su melodiosa voz un fragmento de El triste, icónica canción de José José.
Por último, el comediante reconoció que se llevó un gran sabor de boca al trabajar con Hayek, incluso llegó a sentir que el sentimiento de hermandad sobrepaso al contado en la historia.
“Fue como si fuéramos hermanos, te lo juro. Aparte nacimos el mismo día, un 2 de septiembre. Entonces, sí tenemos muchísima química. Nos parecemos muchísimo en todo y se nota en la pantalla”, concluyó.
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