En 1950, los cines lograron ver a dos de los actores más admirados por los mexicanos. Bajo la dirección de René Cardona, Pedro Infante y Tin Tan formaron parte de la película También De Dolor Se Canta, siendo este el únicos proyecto cinematográfico en que los también cantantes figuraron juntos.
“El Ídolo del Pueblo” protagonizó dicha cinta al lado de la actriz Guillermina Green en donde narraron la historia de un maestro de primaria que junto a su hermana viajan a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades de empleo. En su lucha por formar parte de la industria del cine, ambos terminan por conocer a los actores más famosos de la época.
En la película, Pedro infante coincidió con Tin Tan, quien se interpretó a sí mismo, en un foro de televisión. Algunos críticos han llamado a dicha aparición como algo que marcó un momento único en la industria del entretenimiento en México, pues la participación especial del protagonista de El Rey Del Barrio le dio un toque de realismo a la trama.
En la escena escuchamos cómo Germán le dice “ojitos de pescadito en vitrina” al Ídolo del Pueblo y él, en respuesta, le llama “boca de bagre”. Sólo en dicha esa escena estuvieron juntos.
No se sabe con certeza el porqué del distanciamiento actoral entre ambas figuras del cine mexicano. Sin embargo, lo que se ha descartado es que existiera alguna enemistad entre ambos. De acuerdo a fotos y declaraciones del gremio, ambos eran muy buenos amigos y respetaban sus trabajos.
Pedro Infante es considerado el símbolo por excelencia del cine mexicano, incluso es difícil no relacionar al oriundo de Sinaloa con la cultura de ese país. En su trayectoria artística reunió poco más de 60 películas en total y en todas ellas se ganó el cariño del público
En Guamúchil, el pueblo de Sinaloa donde Infante creció, se hizo de cierta fama por su voz y desde joven consiguió espacios pequeños dentro de radiodifusoras locales. De acuerdo con el periodista y escritor Carlos Franco Sodja, el cantante era amistoso, “sincero, ingenuo, blanco en todos sus actos”.
Infante no detestaba las películas. Al contrario, era un ferviente seguidor de lo producido en ese séptimo arte. Se dice que incluso le generaba ilusión y María Luisa lo notaba. Ella trataba de convencerlo de probar suerte si es que le iba tan bien con sus presentaciones de música en diversos lugares.
Por otra parte, Germán Valdés, mejor conocido como “Tin Tan” destacó en el cine mexicano por su elocuencia, su carisma y su excelente sentido del humor. A lo largo de su carrera hizo más de 100 películas donde incluso tuvo la oportunidad de dar voz en algunas cintas de Disney como Baloo en El libro de la selva.
Hasta su llegada a Ciudad Juárez, Chihuahua fue que Germán creció y empezó a hacer su vida. Fue en dicha ciudad del norte que comenzó a demostrar sus dotes artísticos cuando tuvo una incipiente carrera como locutor en la radiodifusora local XEJ.
Sin embargo, uno de esos días hizo una imitación del compositor y cantante Agustín Lara; pensó que nadie lo escuchaba, pero su jefe fue testigo de dicha imitación y quedó impresionado. De inmediato lo puso en la estación. Fue aquí que recibió su primer nombre artístico: Topillo Tapas.
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