La historia terminó con una habitación en llamas y un tatuaje que tuvo que reescribirse. Fueron una de las parejas más icónicas de los noventa, parecían entenderse como pocos seres humanos lo hacen y el amor que sentían el uno por el otro los llevó a querer jurarse amor eterno.
Pero el encanto se rompió y la pareja decidió seguir caminos separados. Johnny Depp, quien al momento tenía 27 años, perdió una parte de sí mismo, según las personas que lo conocieron en aquel entonces. Y Winona Ryder, con 18 años, nunca volvió a estar tan cerca del altar como lo estuvo con el que fue su primer amor.
A poco más de dos décadas, su historia sigue arrancando suspiros a los más románticos. Y, aunque no terminaron juntos, los famosos actores vivieron en carne propia una de las historias más apasionantes de Hollywood.
Un instante como West Side Story
Cuando Depp y Ryder se conocieron ya eran estrellas en ascenso. La actriz originaria de Minnesota y criada en San Francisco ya había acumulado algo de fama por su aparición en la cinta de Beetlejuice y por su trabajo en la película de 1988, Las Heathers, también conocida bajo el título Escuela de jóvenes asesinos.
Por su parte, Depp se preparaba para protagonizar la película musical dirigida por John Waters, Cry-Baby. Una especie de parodia de algunos musicales dirigidos al público adolescente durante los años 50 y que Johnny habría escogido para burlarse de la histeria que causó su trabajo en el show televisivo 21 Jump Street, según confesó después.
En la arena del amor, el actor oriundo de Kentucky ya había acumulado algunas derrotas. Cuando tenía tan sólo 20 años contrajo matrimonio con su primer esposa, Lori Anne Allison, de quien se divorció apenas llegaron a Hollywood. Después se comprometió con la actriz Sherilyn Fenn y la actriz Jennifer Grey, sin embargo, con ninguna de ellas prosperó la relación.
Pero con Winona era diferente. Desde el principio, la actriz, que hasta el momento no se había involucrado en ninguna relación seria, pareció cambiarlo todo en la vida de él... y él en la suya. Fue un instante de película, según narró Johnny durante una entrevista que ofreció a la revista Rolling Stone a inicios de 1991.
La primera vez que se vieron fue en 1989, durante la premier de la película ¡Grandes bolas de fuego!, en donde Ryder actuó. Ambos cruzaron miradas: ella estaba tomando un refresco de cola, le contó a la revista estadounidense, y él experimentó lo que después describió como “una mirada clásica”.
“Como el zoom de West Side Story, todo lo demás se ve borroso”, precisó Depp. “No fue un momento muy largo, pero estaba suspendido”, agregó Winona, quien estaba por cumplir los 19 años cuando el flechazo ocurrió. En ese momento, el actor supo que quería unir su vida con ella; aunque la vida tenía otros planes.
Un compromiso y un tatuaje: la cumbre del amor
La pareja se conoció oficialmente algunas semanas después de aquella premier gracias a un amigo en común que los presentó. En un inicio, Winona se mostró un tanto desconfiada del carácter de Depp, pues los galanes de Hollywood constantemente se muestran groseros y creía que esta no sería la excepción.
Sin embargo, Johnny fue distinto y se mostró sumamente tímido con ella. Eso la atrapó. Además, ambos compartían algunos gustos literarios y en la música, especialmente por el autor estadounidense J. D. Salinger y por la banda sonora de la película de 1986 protagonizada por Robert De Niro, La misión.
Después de eso, todo fue cuesta arriba para la pareja. Hubo una primera cita, la familia de Winona aceptó completamente a Johnny y cinco meses después, a finales del 89, ya estaban comprometidos y decidieron mudarse juntos. Primero en Nueva York y después en Beverly Hills.
Durante esta época, se ganaron el amor del público cuando protagonizaron la película El joven manos de tijera, en donde interpretaron a una pareja sumamente excéntrica. A lo largo de las grabaciones, el amor y la admiración que sentía el uno por el otro fue creciendo y ese cariño trascendió a la pantalla.
Sobre lo que sentía en ese momento, Johnny expresó a Rolling Stone: “No ha habido nada durante mis 27 años que se compare al sentimiento que tengo con Winona. Es como este extraño átomo atado, o algo así. Puedes pensar que algo es real, pero es diferente cuando lo sientes”.
“La verdad es algo muy poderoso, ahora lo sé. Este tatuaje de ‘Winona para siempre’ no es algo que me tome a la ligera... Sus ojos me matan”. En ese entonces, Depp decidió tatuarse el nombre de su prometida en el brazo, con las mejores intenciones de que aquello duraría para siempre.
La pieza de tinta tomó por sorpresa a Winona, quien admitió que no podía dejar de mirar su nombre escrito en la piel del actor: “¡Es algo muy importante porque es tan permanente!”, opinó sobre el tatuaje en aquel entonces.
Sin embargo, la felicidad no duraría para siempre. En 1993, poco más de tres años después de comprometerse, la pareja dio por terminada su relación.
Una enmendadura y un cigarrillo encendido: el final
Aunque han trascendido distintas versiones sobre las razones por las que los llevaron a terminar su relación, entre ellas la juventud de Winona, Johnny admitió que los medios de comunicación y los fanáticos influyeron en el desenlace de su relación.
En una entrevista con Los Angeles Times, Depp declaró que “Es muy difícil tener vida personal en esta ciudad. En mi relación con Winona fue mi error ser tan abiertos como lo fuimos. Pensé que si éramos honestos destruiríamos al monstruo de la curiosidad. En su lugar, lo alimentamos. Le dimos permiso a las personas de sentir que eran parte de ello”.
La pareja finalmente se separó, pero el rompimiento no fue sencillo. A inicios de los noventa, Winona cayó en una fuerte depresión que la puso en peligro. Según recordó durante una entrevista con la BBC, en esa época tuvo un breve conflicto con el consumo de tabaco y alcohol. Y durante su estancia en un hotel, se quedó dormida con un cigarrillo encendido.
Aquello provocó que la habitación se prendiera en fuego en la habitación del hotel. Aunque salió ilesa, Ryder consideró esto su “llamado” para alejarse de esas sustancias. Episodio que tiempo después le sirvió para trabajar en la producción de la película que protagonizó junto a Angelina Jolie, Inocencia Interrumpida.
Sobre el tatuaje, Depp no tuvo más remedio que enmendarlo. Borró la “n” y la “a” del nombre de la actriz. En el brazo quedó escrito “Wino forever” (borracho para siempre). Dándole un giro completamente cómico a lo que alguna vez significó una promesa de amor.
Aunque ni con esa enmendadura volvió a ser el mismo. Al menos, eso notó Tim Burton, quien después del rompimiento y de que Johnny comenzó una relación con Kate Moss, opinó: “No es lo mismo que con Winona. Me sentía raro al estar junto a él, como si ya no fuera Johnny. Es casi como si Winona se hubiera llevado su alma, su amor”.
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