Xavier López “Chabelo” transcendió en la historia de la televisión mexicana no sólo por su personaje como eterno niño, sino también por el multifacético pasado que tuvo, en el que se dedicó a diferentes oficios antes de llegar a ser estrella de Televisa. Entre sus talentos existió el deporte, razón por la cual estuvo a punto de representar a México durante los Juegos Olímpicos de 1952.
La historia de “Chabelo” en el deporte se remonta a su juventud. Cuando todavía no alcanzaba los 20 años, Xavier ya competía en lucha grecorromana, disciplina a la que le dedicaba su peso y estatura.
Gracias a su empeño, el entonces atleta logró ganar varias competencias a nivel nacional en este tipo de lucha, lo que lo llevó a ser apto para ser seleccionado como uno de los posibles favoritos de la delegación mexicana de los Juegos Olímpicos de Helsinki, Finlandia, en 1952.
El joven Xavier fue anotado como parte de los deportistas que México enviaría a Helsinki, incluso habría participado en el abanderamiento de la delegación por parte del entonces presidente Miguel Alemán, pero las cosas no resultaron como se las esperaba.
Faltaban tan solo días para que “Chabelo” estuviera en las tierras finlandesas cuando su sueño de representar a su país frente a otros deportistas a los que podría vencer, según su historial, se vino a bajo debido al poco apoyo que recibió en ese momento.
Xavier tendría que viajar en varias escalas hasta llegar a Helsinki, además de estar por varios días en Finlandia, y estaba dispuesto a ello y a ganar al menos una presea, pero le fue imposible al tener como condición que cubrir por sí mismo sus gastos.
Antes de tomar su vuelo a Finlandia, una persona del Comité Olímpico llamó a “Chabelo” y le informó que tendría que desembolsar 40 mil pesos mexicanos para sus gastos en el extranjero durante los próximos días y eso habría acabado con las ilusiones del ahora actor.
Los esfuerzos que había realizado hasta ese momento no habrían valido, pues era fácil llenar el lugar vació que dejaría si no pagaba el dinero solicitado, sólo tendrían que llamara al joven al que le había ganado en su último torneo y solucionarían la falta de Xavier, y eso fue lo que sucedió.
“Lloré mucho aquellos días, porque nunca me dijeron que había que ganarse el boleto y tener mucho dinero para los gastos. Aquel hombre me volvió a llamar antes del viaje y me dijo que si no había lana no había juegos. Al competidor de 24 años, aquél que derroté a la buena, le dieron mi lugar. Todavía recuerdo que su apellido era Rosado”, recordó López en entrevista la estrella de En familia... con Chabelo.
Ante su negativa de pagar los 40 mil pesos, le dijeron que no se tenía que preocupar, pues su futuro ni siquiera estaba en los deportes, porque la lucha grecorromana era disciplina que en los Juegos Olímpicos sólo ganaban los turcos.
Pese a que “Chabelo” estaba convencido de que pudo haberle ganado a cualquiera si es que a sus 17 años ya le había ganado a una persona siete años mayor que él, aceptó que su destino no estaba en Helsinki y, con pesar, renunció.
A partir de entonces, el comediante tuvo que concentrarse en continuar sus estudios y comenzar a buscar un trabajo que le ayudara a solventar sus gastos, lo que poco a poco lo llevó a acercarse a Televisa y llegar a ser el exitoso niño eterno que ahora es.
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