En la madrugada de este lunes falleció la actriz y cantante Rosita Quintana a los 96 años de edad. Según distintos reportes, la intérprete de origen argentino y nacionalidad mexicana se encontraba en la Ciudad de México al momento de su deceso.
El pasado 27 de julio, la figura del Cine de Oro mexicano fue sometida a una intervención quirúrgica para extirparle un tumor que se encontraba en la tiroides. Posteriormente, permaneció algunas semanas hospitalizada debido a este padecimiento y que presentó otras complicaciones derivadas de la edad.
Los restos de la actriz podrían ser depositados en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, según reveló Nicole Kogan, su nieta, en una entrevista con el matutino Hoy hace algunas semanas. Pues esta sería la última voluntad de Rosita.
Al momento, el mundo del espectáculo reaccionó al fallecimiento de la primera actriz. Entre ellas, la periodista de espectáculos Pati Chapoy dedicó unas palabras en memoria de Rosita en redes sociales.
“Lamento el fallecimiento de la actriz Rosita Quintana. Una de las grandes figuras femeninas de la época de oro del cine mexicano. Mis condolencias para su familia, QEPD”, tuiteó la conductora de Ventaneando.
Asimismo, la Asociación Nacional de Actores, (ANDA), envió sus condolencias a los familiares y amigos de la actriz: “La Asociación Nacional de Actores lamenta profundamente el fallecimiento de nuestra compañera Rosita Quintana, miembro de nuestro sindicato. Nuestras condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en paz”, escribió en su cuenta de Twitter.
Trinidad Rosa Quintana Muñoz nació en Buenos Aires, Argentina, en 1925. Estudió en un colegio de monjas, pero gracias a su abuela, Carmen Alonso, quien era guitarrista e intérprete de tango, se interesó por el canto.
La protagonista de Calabacitas Tiernas debutó a los 15 años como cantante en La Orquesta de los Hermanos Caro, en donde llamó la atención del compositor Rodolfo Sciamarella, quien la invitó a cantar en el Teatro Casino.
En uno de sus shows destacó entre sus compañeros y despertó el interés de nada más y nada menos que el cantante mexicano Jorge Negrete. Fue así como en 1947, Rosita Quintana debutó en México en el centro nocturno El Patio, donde su talento, carisma e imponente voz le abrieron un lugar en la Época de Cine de Oro.
La primera película en la que participó fue La Santa de Barrio, del director Chano Urueta, pero no tuvo mucho éxito como se esperaba. Fue hasta que protagonizó Calabacitas Tiernas, Soy Charro de Levita y No Me Defiendas Compadre, cintas en las que actuó a lado de Germán Valdés “Tin Tan” y Silvia Pinal.
Durante la década de los 90, Quintana empezó a actuar para la televisión, en donde se dio una de las actuaciones de villanas más memorables en la telenovela La dueña, protagonizada por Angélica Rivera, Francisco Gattorno y Cynthia Klitbo.
En 1947 conoció a Sergio Kogan, gerente de Columbia Pictures, con quien entabló un largo noviazgo que culminó en una boda. Con él tuvo a Sergio Nicolás, quien se dedicó de lleno a la política.
Rosita Quintana fue acreedora de premios por su trabajo en festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Moscú, de Berlín y de San Sebastián, así como el Premio Wurlitzer a mejor cantante ranchera en 1955.
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