Emilio Azcárraga Milmo fue un parteaguas en la industria del entretenimiento en México, su imperio lo consolidó gracias a su telenovelas y noticieros, pues el impacto que generó dentro de la sociedad mexicana llevó a varios intelectuales y políticos ha afirmar que su contenido influyó en la ideología y aspiraciones de los mexicanos.
“México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”, dijo Azcárraga Milmo para el ahora extinto diario, El Nacional. En aquél año, era considerado el más rico de México y de toda América Latina.
“Nuestro mercado en este país es muy claro: la clase media popular. La clase exquisita, muy respetable, puede leer libros o Proceso para ver qué dice de Televisa… Estos pueden hacer muchas cosas que los diviertan, pero la clase modesta, que es una clase fabulosa y digna, no tiene ninguna otra manera de vivir o de tener acceso a una distracción más que la televisión”, añadió el también empresario.
Sin embargo, muchos de sus éxitos televisivos se los deben a dos personas importantes dentro de la empresa en la época de El Tigre: Ernesto Alonso y el chileno Valentín Pimstein, conocido como “El Verdadero Señor Telenovelas”.
Ambos productores entendieron bien lo que Azcárraga Milmo quería ofrecerles a sus televidentes e hicieron varios de los éxitos más grandes dentro de la empresa. Pimstein produjo Rosa Salvaje, María Mercedes, Los Ricos También Lloran, Carrusel de las Américas y Simplemente María. Mientras que Alonso estuvo a cargo de Doña Macabra y Carlota y Maximiliano.
De acuerdo con el libro biográfico de Azcárraga Milmo, El Tigre: Emilio Azcárraga y su Imperio Televisa, escrito por Claudia Fernández y Andrew Paxman, la fórmula con la que se construyeron varias de las telenovelas mexicanas se basaron en el cuento de la Cenicienta.
“Al igual que el cuento de Cenicienta, la novela ‘clásica’ apelaba al sentido de justicia de los televidentes. La creencia en una justicia moral o divina es particularmente fuerte en los sectores pobres de la sociedades en que la riqueza y el poder de decisión están distribuidos de manera desigual en México, Venezuela Perú y otros países de Latinoamérica. Naciones donde, además, la justicia institucional está fuera de su alcance”, describieron ambos autores.
Sin embargo, a pesar de ser mencionados dos de productores más importantes de Televisa, Pimstein es conocido como “El verdadero Señor Telenovela” debido a que nadie entendió dicha fórmula mejor que el chileno.
“Este inmigrante chileno hizo más por la novela clásica que cualquier otro productor, sentando un precedente de éxito que este género ha mantenido desde ese entonces, con televidentes de bajos y mediados ingresos, tanto en México como en el exterior”, se lee en las páginas del libro biográfico de El Tigre.
“Pimstein no era atractivo ni tampoco muy bien aceptado. Su trato hacia sus subalternos y los actores, exceptuando a sus protagonistas, a menudo era brusco; conforme creció su éxito se ganó una reputación (quizás exagerada) de tirano. Pero era un hombre listo y muy trabajador”, escribieron Fernández y Paxman.
Pimstein catapultó las carreras de las actrices Lucía Méndez, Verónica Castro, Angélica Aragón, Edith González y Victoria Ruffo.
Con 91 años de edad, Valentin Pimstein falleció en 2017 en su natal Chile a causa de un paro respiratorio.
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