A sus 81 años, el emblemático cantante Vicente Fernández fue reportado como grave, pero estable, tras sufrir una caída que implicó una intervención quirúrgica de emergencia. Esta noticia puso en tensión al mundo del espectáculo, pues se trata del ícono del género de música ranchera más importante en México.
Vicente Fernández Gómez nació el 17 de febrero de 1940 en en el pueblo de Huentitán El Alto en Guadalajara, Jalisco, Hijo del ranchero Ramón Fernández y de Paula Gómez, quien era ama de casa, comenzó a soñar con ser cantante cuando apenas tenía seis años de edad.
A los ocho años, recibió su primera guitarra e inspirado por Pedro Infante no sólo aprendió a tocarla, sino que también comenzó a estudiar música folclórica. En 1954, a los 14 años, Fernández ganó un concurso amateur en Guadalajara, lo que dio pie al nacimiento de “El Charro de Huentitán”.
Para 1960, después de haber tocado en bodas y fiestas familiares, ”Chente”, comenzó a salir con regularidad en el programa de televisión La calandria musical. En ese entonces, Fernández ya formaba parte de los grupos de mariachi más conocidos de México, como el Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza, y el Mariachi de José Luís Aguilar.
Después de que estas personalidades de la música regional lo convencieran de probar suerte en la Ciudad de México, Chente accedió y se instaló en la capital del país. En 1963, antes de abandonar Guadalajara, la madre del cantante falleció a causa de cáncer y poco después se casó con María del Refugio “Cuquita” Abarca Villaseñor.
En 1966, Vicente se presentaba en cabarets e incluso en el programa de radio Amanecer tapatío, pero a pesar de la fama local que consiguió fue rechazado hasta la muerte del también cantante Javier Solís.
Durante ese mismo año, el intérprete de Estos celos logró firmar con CBS México, hoy conocida como Sony Music, lo que catapultó su éxito no sólo a la música, sino también a la televisión y el cine.
Llegó a conducir programas como Noches tapatías a lado de Lucha Villa y Homenaje a lado de Lola Beltrán, en los cuales, además de cantar, entrevista a grandes personalidades de la cultura el arte y el deporte.
Además de estrenar diversos álbumes que dieron a conocer su poderosa voz y el gran espectáculo que era verlo en vivo, también participó en películas como Tacos al carbón, Uno y medio contra el mundo y La ley del monte.
Para 1970, Fernández ya se encontraba en el punto más álgido de su carrera, pues la canción Volver, volver, compuesta por Fernando Z. Maldonado, rompió récords de venta en Hispanoamérica, España y Estados Unidos. Este himno de la música lo posicionó internacionalmente como “El Rey de las Rancheras”.
Como los éxitos que abundaban en sus álbumes no paraban, en 1980 México acuñó un nuevo apodo para Vicente, “El Ídolo de México”, que describe perfectamente todo el cariño que el público le demostraba por sus presentaciones.
En 1990, “Chente” lanzó uno de los álbumes favoritos de sus fans: Las Clásicas de José Alberto Jiménez, un disco que marcó para siempre la música ranchera, tanto así que un año después, el periódico estadounidense The Houston Chronicle lo catalogó como “El Sinatra de las Rancheras”, haciendo referencia al cantante Frank Sinatra.
Desde entonces y hasta ahora, Vicente Fernández se ha vuelto una leyenda en la música ranchera, acumulando dos Premios Grammy, ocho Premios Grammy Latino, 14 premios Lo Nuestro y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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