Sergio Mayer reafirmó su convicción por seguir adelante en el mundo de la política, donde ya ha permanecido un sexenio de la mano del partido Morena, en su puesto público como diputado federal.
El actor y ex Garibaldi declaró para el programa de YouTube de Yordi Rosado que sus intenciones por avanzar en otros cargos dentro de la política continúan intactas, esto pese a que también ha estado incursionando en su faceta de empresario de entretenimiento, con la producción del musical Sie7e, por ejemplo.
“A corto plazo quiero ser senador o jefe de Gobierno de la Ciudad de México”, dijo Mayer y aseguró que está listo para afrontar las críticas que reciba por parte de las redes sociales y los medios de comunicación respecto a este anuncio, destacando que no le toma ninguna importancia a lo que se dice de él.
Destacó que su motivación para seguir en su carrera política es “ver por su país”. “Quiero dejar huella de algo positivo”, expresó y dejó claro que no dejará su faceta en el espectáculo, pues puede manejarla efectivamente en su tiempo libre, por lo que no interferirá con su agenda política.
El actor de telenovelas como La fea más bella admitió haber hecho uso del mundo de la farándula para llegar a donde está. “Hoy en día mi prioridad es mi país, mi México mi ciudad”. El también productor de teatro de 55 años destacó que durante su gestión como diputado no llevó a cabo ningún acto comercial como empresario que pusiera en duda su integridad, o que se pudiera ligar con un conflicto de intereses o confundir con influyentismo.
“La política debe ser para apoyar a la gente. Yo quise ser modelo para llegar a ser actor, cuando fui actor conseguí una familia y yo hace muchos años dije ‘yo quiero hacer política’ y yo hacía cosas como actor para llegar a ser político porque entre más conocido y más famoso eres más puertas te abre y más posibilidades tienes. Yo utilicé el medio artístico para legar a donde estoy”, expresó.
Mayer contó al conductor que la mayoría de los actores que están en el mundo de la política piden licencia para realizar sus proyectos artísticos, y destacó que en cambio él puede presumir por contar con la mayoría de las asistencias en las curules. “No existe una sola cosa como empresario, no hice una cosa como actor”.
Respecto a su relación con el fallecido Jaime Camil Garza, Mayer contó que no se benefició de las conexiones y relaciones personales de su suegro, reputado hombre de negocios, para poder entrar a la política. Incluso su esposa Isabella Camil intentó disuadirlo cuando participó en la película de Luis Estrada La dictadura perfecta, pues consideraba que dicha cinta era un ataque directo para Enrique Peña Nieto e indirecto para la familia Camil.
“Mi suegro siempre fue priista, 100 por ciento priista y yo soy de Morena (…) (”La dictadura perfecta”) fue una confrontación tan fuerte, familiar, que eso marcó un parteaguas en nuestra relación que nos hizo amigos”, dijo el actor. “Yo no tengo nada que me haya dado mi suegro. Todo lo que hay en mi casa es por mi trabajo”, agregó.
Sobre su incursión en la política, Mayer dijo que no entró a los partidos políticos por una simple ocurrencia o por buscar una mayor popularidad, sino que, aseguró, busca lo mejor para el desarrollo del país y una igualdad de oportunidades: “Yo no vivo del erario público, por supuesto que tengo que cobrar por hacer mi trabajo, pero yo vivo del esfuerzo y del trabajo que me heredaron mis padres”.
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