Pedro Infante se hizo gran fama de galán por cautivar no sólo a las personas que lo veían a través de la pantalla, sino también por lograr conquistar el corazón de algunas actrices, como lo fueron Irma Dorantes y Lupita Torrentera, aunque ellas no tuvieron que pasar por lo que María Luisa León, la primera y única esposa del actor, quien se dio cuenta de las infidelidades de su pareja gracias a personas del medio que lo rodeaban, o incluso sus mismas seguidoras.
A pesar de que el “Ídolo de Guamúchil” se casó a los 22 años con María Luisa León, al llegar a su estrellato, decidió dejar de lado a su matrimonio cuando se enamoró de la bailarina de 14 años, Lupita Torrentera. Para entonces el matrimonio ya había celebrado su octavo aniversario.
Una noche de 1947 sonó el teléfono de la casa del cantante y él velozmente tomó la llamada, María Luisa notó cómo se le fueron los colores de la cara de cara. Pálido, le dijo a su esposa que le habían avisado que tendría que ir a ensayar, pero él se sentía indispuesto por el cansancio, así que simplemente había declinado la propuesta y eso lo había hecho sentir mal.
Desde aquella llamada, León presenció cómo poco a poco el sinaloense comenzó a llegar muy tarde a casa, había días enteros que ya no estaba con ella, pero María Luisa pensaba que era por el éxito que estaba teniendo su esposo, hasta que ella logró contestar una de las tantas llamadas que Infante siempre le arrebataba de las manos.
“Señora, su marido tiene relaciones con la bailarina L.T.”, escuchó al otro lado de la idea. No quiso dar crédito a lo que le dijeron, pero la duda ya había sido plantada. “Usted no quiere creerme, la señora L. vive con Pedro, tiene una niña pequeña. Cerciórese usted, no sea tonta”, le dijo otro día por teléfono la misma voz.
La misma María Luisa confirmó con dolor la información y habló con Lupita Torrentera. Ambas intentaron separarse del actor, pero no lo lograron a la primera, menos lo hizo la esposa a pesar de que Torrentera le comunicó las veces que había visto a Pedro Infante. Finalmente, después de seis años, la bailarina decidió romper completamente su relación con “Ídolo de México”.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que Luisa se enterara que había otra intrusa en su matrimonio. A sus 32 años, Pedro Infante tuvo un fuerte accidente aéreo y cuando le avisaron a su esposa que “ella” había resultado completamente ilesa, lo supo.
Ninguno de los dos quiso tocar el tema porque desde entonces la vida del ídolo se vio comprometida, pero cada que el cantante le hablaba a su pareja de querer ayudar a una joven llamada Irma Aguirre, ella notaba la emoción en su voz.
Un día Pedro Infante, después del desayuno, le informó que tendría que presentarse en un baile, pero pocas horas después, mientras León y una de sus amigas iban en su automóvil, lo encontraron en otro, junto a Irma Dorantes.
“Lo siento, pensé que estarías en Pachuca”, le dijo María Luisa a su esposo cuando finalmente él se dio cuenta de su presencia, “Te equivocaste, cuando voy a ir es ahora, voy a presentarme en un baile, a las doce”, le contestó Infante.
Fue en ese momento cuando nuevamente confirmó la infidelidad del protagonista de Pepe el Toro. “Pedro no era conmigo igual”, recordó León cómo fueron sus días en pareja desde entonces.
Según narró María Luisa León en su libro, no es que negara en algún momento las infidelidades de su esposo y por ello no terminara su relación, simplemente deseaba que alguno de los viajes con productores, giras o rodajes de películas que le avisaba su esposo que asistía, fueran reales y no estuviera con otra mujer, pues le aseguraba querer seguir casado con ella.
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