A pocos días de que inició la retransmisión de Mirada de mujer, emblemática telenovela que está llegando nuevamente a la pantalla a través de la señal 7.2 de TV Azteca, Ari Telch recordó el éxito del melodrama hace 24 años y rememoró a su entrañable personaje, el periodista “Alejandro Salas”, quien en la ficción se enamora de una mujer mayor, encarnada por Angélica Aragón..
“Podría decir tantas cosas, fue importante porque Azteca se decidió a hacer ficción, entonces representó en ese momento una oportunidad de cambiar de televisora y de aventurarse. La experiencia fue sensacional porque fue de mucho cuidado. Bernardo Romero, el escritor, ya había tenido una experiencia si no me equivoco en Colombia, se llamaba Señora Isabel y había tenido mucho éxito”, comenzó a recordar el actor en su visita al foro de Ventaneando.
“Televisa, nuestra competencia, la tuvo guardada durante 10 años y a los 10 años la desarchivaron y perdieron los derechos entonces Argos la promovió aquí, Azteca se aventó a producirla y tuvimos un gran director de cámaras, Jorge Ríos, Toño Serrano el director”, añadió respecto al staff de producción de la telenovela considerada un hito de las historias rosas de televisión.
El actor de hoy 59 años, recordó cómo entonces ciertos grupos conservadores pidieron cancelar la telenovela por presentar una infidelidad matrimonial, y además con una marcada diferencia de edades:
“Teníamos el talento de Angélica (Aragón), Evangelina (Elizondo), Margarita Gralia, Fernando Luján… “Alejandro Salas” era un personaje muy libre, realmente tenía muy poco que ver con el melodrama y con el asunto, era este hombre joven que de repente tenía una experiencia con una mujer mayor que él, lo cual causó de pronto broncas.
“Fuimos a Monterrey de hecho porque había varios grupos de ultraderecha, entre ellos la asociación de padres de familia de no sé qué, porque ‘cómo le estábamos enseñando a las mujeres que podían tener un amante joven’, entonces en aquella época, hace 24 años, lo utilizábamos como promoción de la telenovela, fue un gran éxito, fue un reto, había mucho que estudiar, memorizar por las noches”
Y es que parte del éxito del proyecto, además de su temática social novedosa, fue su naturalidad, aspecto que lograban cubrir con la ausencia del apuntador, por lo que el elenco se debía aprender sus diálogos de memoria e improvisar. Así recuerda Telch una escena larga:
“Recuerdo una escena que yo hice con Angélica Aragón que duró 18 minutos sin corte, íbamos en la toma uno, sin chícharo, pues qué crees, le metieron un comercial a la mitad, pero fue de aplauso porque no era fácil, no era lo común, sigue sin serlo…hay escenitas de dos, tres minutos, y corte a la otra”, recalcó.
El éxito de la telenovela donde también participaron Plutarco Haza y Bárbara Mori en sus primeros papeles, alcanzó al actor también en la calle, donde era abordado por mujeres mayores:
“Se convirtió en algo difícil, evidentemente es muy sabroso tener éxito que te vaya acompañando en las grabaciones, porque estaba el éxito y nosotros seguíamos trabajando, pero si te quieres ir a comer el domingo(…) Un día aterrizaba en el aeropuerto, estaba en la zona donde se reciben las maletas y había unas señoras de 75, 80 y hasta 90 años, y entonces me jalaban (y decían) ‘yo quiero un Alejandro Salas’, y yo estaba preocupado porque no se lastimaran porque venían también los maridos esperando, pero ya los maridos con andadera, con silla de ruedas, ya era una población bastante senil, pero simpatiquísimo, y como eso hubo 10 mil anécdotas.”, aseguró el actor.
Sin embargo, admitió que Mirada de mujer fue sólo un “garbanzo de a libra”, porque después las telenovelas, a su parecer, no ofrecieron algo tan novedoso:
“Se suele escuchar que fue un parteaguas, no, fue un garbanzo de a libra, porque realmente no se continuó, ya veníamos aquí en Azteca de Nada personal, una propuesta muy inteligente y diferente y de pronto entró estos que fue un golpazo, pero nos desacostumbramos”, aceptó.
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