Emilio Azcárraga Milmo, también conocido como “El Tigre”, fue uno de los empresarios más poderosos del siglo XX gracias a que heredó e internacionalizó Televisa, compañía que fue fundada por su padre, el magnate Emilio Azcárraga Vidaurreta en la década de 1930, la cual originalmente surgió como el primer programa radiofónico con cobertura nacional.
De acuerdo con la revista colombiana Semana, la fortuna de Azcárraga Milmo alcanzó los 5 mil millones de dólares, convirtiéndose así en el hombre más rico de América Latina, título que años más tarde le sería arrebatado por Carlos Slim Helú, dueño del conglomerado Grupo Carso y de América Móvil, empresa multinacional en materia de telecomunicaciones. Aunque su riqueza fue superada por el magnate de origen libanés, ningún otro empresario ha tenido la misma influencia política, social y cultural que “El Tigre”.
Además de haber internacionalizado la televisión abierta mediante la redistribución de telenovelas en otros países, Azcárraga Milmo revolucionó la industria del entretenimiento y también la forma de recibir información en México, para ello, la figura del periodista Jacobo Zabludovsky fue indispensable, ya que se consagró como “el hombre que llegaría a ser el rostro de las noticias en la televisión mexicana”, así lo indicaron los periodistas Andrew Paxman y Claudia Fernández en su obra titulada El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa.
Según varios analistas, el noticiero 24 horas fue uno de los principales espacios en los que Azcárraga Milmo brindó su abierto apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya que en ese entonces, la televisión funcionó como uno de los principales medios propagandísticos. Además de obedecer las órdenes directas de “El Tigre”, el periodista siempre siguió la línea editorial de Televisa y se adelantó con frecuencia a los designios del empresario, siendo esta una de las características que más simpatía generaba en el empresario.
Antes de la llegada de Zabludovsky a 24 horas, los noticieros televisivos solo eran una extensión de los medios de comunicación impresos. Así el 7 de septiembre de 1970 se estrenó el programa noticioso que también revolucionaría el sector, ya que además de las telenovelas, el noticiero generó una fidelidad nunca antes vista en las audiencias mexicanas. Con frases como “¿Ya llegó Paula?”, la cual hacía referencia a una de las mujeres de “El Tigre” que tuvo un lugar en 24 horas para leer los horóscopos o “Buena rima, Tacho, buena rima”, con la que despedía al comediante Tacho López, quien cada noche recitaba en verso alguna noticia de relevancia. Se dice que el periodista se dedicó a “moldear la voz y la forma de las noticias que recibirían los mexicanos en los siguientes 28 años. Siempre al servicio de dos jefes: Emilio Azcárraga Milmo y el presidente de la República”.
Jacobo Zabludovsky estuvo estrechamente vinculado con el poder mediático poseído por el dueño de Televisa y las élites políticas de la época, por lo que las críticas hacia su papel dentro de los medios de comunicación generó controversia en más de una ocasión, sobretodo la que giró en torno a la frase “Hoy fue un día soleado”, supuestamente enunciada por el periodista durante 24 horas después de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco.
No obstante, el noticiero de Televisa se estrenó hasta casi dos años después de este acontecimiento y reconoció que la cobertura de 1968 fue “muy limitada” y que “el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz ejerció mucha presión para evitar toda la información”.
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