La actriz Gaby Platas dio de qué hablar al revelar por qué llegó a su fin el matrimonio que vivió con el ex conductor Francisco de la O, con quien duró casada por nueve años. Y es que según sus confesiones, la que era considerada como una de las parejas más estables del espectáculo vivía una vida de apariencias.
Gaby contó que en realidad, mientras la pareja lucía en armonía frente a las cámaras, al interior de la familia era muy distinta, pues enfrentaba un ambiente marcado por la violencia, drogas e infidelidades.
Y es que según contó en una entrevista con la periodista Mara Patricia Castañeda, ese matrimonio, el número tres para ella, es el único que quisiera dejar en el olvido pues vivió fuertes situaciones al lado del exconductor de Venga la alegría hasta que tomó la determinación de divorciarse.
La actriz que ha participado en telenovelas como Dos mujeres, un camino, y ha colaborado en programas como Otro rollo, expresó que su matrimonio con el actor “no le merece nada”. La famosa antes estuvo casada con el empresario Alberto Shueke, y luego con el locutor Poncho Vera.
“Él no me merece nada. Para mí como mujer fue importante terminar con una relación con tantas cosas muy negativas que de repente uno se acostumbra”, confesó la actriz en el programa que se transmite vía Youtube En casa de Mara.
Y es que al escuchar que para la conductora del programa. la pareja de esposos lucía muy sólida ante las cámaras y el público, Platas aseguró que todo era una pantalla. Platas llegó a normalizar conductas nocivas que presentaba en ese entonces su pareja, además reconoció que no alcanzó a detectarlas a tiempo como medida de alarma sino que “se acostumbró” a ellas porque eran parte ya de su relación:
“Hacia afuera se ve una cosa y ya dentro de casa es otra. (Divorciarnos) definitivamente fue para mí la mejor decisión. No te das cuenta que vives en entornos violentos, de infidelidad, de drogas y de repente, te acostumbras. Como mujer es muy importante el darte cuenta que ninguna mujer merece vivir en un entorno como ese y no caer en acostumbrarse. De repente uno se acostumbra a lo malo”, expresó.
Pero fue hasta que Gaby decidió hacerle caso a “una voz en su cabeza”, la que la hizo ver que lo que vivía no estaba bien y no lo merecía.
“Son cosas de las que te puedes dar cuenta como a los dos meses, pero uno está como en la ceguera y pasa y pasa el tiempo. Me parece importante para las mujeres, así lleves 30 años, si estás en un entorno donde hay violencia, no hay respeto, no tienes que quedarte”, aconsejó.
Por otro lado, la actriz que convivió con Selena Quintanilla en la telenovela Dos mujeres, un camino, contó que desde su adolescencia tenía muy claro que nunca quería convertirse madre, y cuando cumplió 32 años pudo tomar la decisión de someterse a una operación. Desde muy joven sus papás supieron su determinación por no procrear, y el no querer hacerlo no influyó en sus relaciones amorosas.
“Algún día pensé, lo más responsable, si estoy segura de esta decisión y lo estoy, es operarme, no quiero que vaya a haber un accidente o un bebé que no haya yo deseado. Tomé la decisión y todo bien con eso. (Con sus parejas) desde el principio fue algo muy claro de mi parte y si yo lo decía, mi mamá también les decía, ‘¿si sabes que no vas a tener hijos verdad?, para que no pienses que luego va a cambiar de opinión’” contó.
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