A través de su podcast en Spotify, la cantante Lucero reveló cómo vivió el programa La Voz México desde el interior. En el episodio TODO sobre los Reality Show en los que he participado, platicó qué significó para ella ser coach del programa.
En 2011 el formato de audiciones a ciegas que sigue La Voz no era muy conocido en México, Lucero se recuerda junto a Alex Syntek, Espinoza Paz y Alejandro Sanz marcando el inicio de este reality en el país. Ella también formó parte de este programa en 2014 y en 2019 en la edición Kids, donde los talentos son niños.
“Era algo muy novedoso y sorprendente, no sabía yo qué tanto podía resultar de ese programa, nos dimos cuenta posteriormente de que fue un éxito y por eso había tanta gente queriendo participar”, recordó.
En La Voz México los aspirantes a participar cantan mientras los coach los escuchan a ciegas, ellos están sentados en una silla que gira al presionar un botón, una vez que esto ocurre, el talento puede formar parte de un equipo donde obtendrá asesoría de algún cantante famoso.
Respecto a esto, Lucero mencionó lo siguiente “Disfruté mucho de escuchar voces sin ver físicamente al cantante, pues lo que te eriza la piel no tiene que ver con lo que estás viendo, se trata de no juzgar a la gente por su manera de vestir o desenvolverse me pareció muy mágico”.
Una duda que surge entre los televidentes es saber si los coaches tienen algún guion o una indicación preparada para voltearse sólo con ciertos aspirantes, ante esto, Lucero aseguró que no hay trampa alguna y lo único que es planeado con anterioridad es la dinámica del concurso.
Lucero aseguró que sólo se deja llevar por las voces de los concursantes y todo es genuino:
“Lo único que nos hace voltear esa silla es lo que nos conecta, aprieto el botón porque se me eriza la piel cuando oigo algo que me gusta, que me transmite, hay voces afinadas o preparadas que no conectan, pero nadie nos dice ‘pica el botón ahora’, no nos dicen lo que va a pasar”
En televisión se muestran las historias de los concursantes para que el público conozca quién es esa persona que va a cantar, a veces se trata de situaciones conmovedoras que según Lucero, son de su total desconocimiento al momento de la audición.
“Nosotros como coaches cuando los oímos cantar no conocemos su historia, no conocemos lo que están viviendo, es por eso que no nos predisponemos pues muchas veces sus historias enternecen tanto que podría influir, sólo lo sabemos ya viendo el capítulo, pues son vidas que no son fáciles, hay complicaciones de salud o problemas socioeconómicos”, mencionó la próxima jueza de El Retador.
La intérprete de Vete con ella también habló sobre lo especial que fue para ella participar como coach de La Voz Kids, dado que ella comenzó su carrera siendo apenas una niña en programas como Chiquilladas, dijo que conectó mucho con los talentosos niños, además resaltó que el trato con ellos es muy espontáneo.
“Formamos una pequeña familia por una temporada, he seguido apoyando a los niños de mi equipo en fechas como El día del niño o el día de la mamá, me topé con un grupo de niños y niñas que realmente sueñan con pisar un escenario, me identifiqué mucho con ellos pues yo comencé mi carrera en la infancia”, mencionó.
No obstante, Lucero reconoció que algunas familias llegan a forzar a los menores para que se inserten en el mundo artístico cuando tal vez no es su meta en la vida, “a veces los papis tienen sueños que quieren cumplir a través de sus hijos”, explicó en su podcast.
Finalmente reconoció que convertirse en coach requiere mucha responsabilidad pues se trata de dar consejos y forjar una relación con nuevos talentos que al principio no conoce del todo. Igualmente explicó que no existe un protocolo de apoyo una vez terminado el programa pues el que un artista musical tenga éxito depende de muchos factores.
Lucero reflexionó acerca de cómo ha cambiado la industria desde sus inicios a la actualidad, pues “el público es mas disperso pues tiene muchas opciones, no es como hace años que sólo había un programa musical donde las familias se reúnen, un sólo programa semanal de entrevistas “se convertía en viral” ya que comentábamos en el trabajo o en la calle”.
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