Antes de transformarse en un superhéroe de Marvel, Chris Pratt fue conocido simplemente como “el chico” de la comedia televisiva “Parks and Recreation”. Pero se convirtió en una auténtica estrella de cine cuando protagonizó en 2014 “Guardianes de la Galaxia”, que recaudó más de USD 700 millones y lo ubicó definitivamente en las grandes ligas de Hollywood.
Pratt, de 42 años, también ha tenido otros papeles principales y secundarios memorables en su haber en los que ha mostrado su don para la comedia. La versatilidad y el arduo trabajo del actor pronto lo convirtió en uno de los principales protagonistas de la industria cinematográfica, uniéndose a un grupo de élite que ha dominado la taquilla durante la última década. Aunque disfruta de esta posición, el camino para llegar a ese punto fue largo y accidentado.
“Pelear contra algo que no existe es particularmente vergonzoso, y he tenido bastante experiencia huyendo de criaturas que no están en ‘Jurassic World’ y ‘Guardianes de la galaxia’. Básicamente, mi trabajo consiste en mirar a Troy, el especialista, que es la verdadera estrella”, se sinceró el actor, quien parece haber recibido la antorcha del nuevo héroe de acción de parte de su suegro, el mismísimo Arnold Schwarzenegger.
El actor conoce bien el funcionamiento de Hollywood en los últimos años: es uno de los rostros principales de dos de las franquicias más rentables del cine, Jurassic World de Universal y Marvel de Disney. “Los estudios trabajan con un algoritmo que determina cuál será el mejor retorno de inversión y que se basa en el alcance”, afirmó Pratt durante la promoción de “The Tomorrow War”, una película que combina el género bélico con la ciencia ficción. La mega producción, protagonizada y producida de Pratt, fue vendida a Amazon Studios por una cantidad estimada de 200 millones de dólares, números que en la actualidad solo manejan sagas como “Rápidos y Furiosos” o “Star Wars”.
Tras el estreno de esta gran apuesta personal, Pratt se prepara para un 2022 en el que volverá a las sagas multimillonarias con “Jurassic World: Dominition” y “Thor: Love and Thunder”, aunque está decidido a seguir sumando proyectos en su faceta de productor.
Por su carisma y humor, Pratt es uno de los más queridos por el público, aunque el año pasado estuvo al borde de perderlo todo cuando se enfrentó a la cultura de la cancelación. Su silencio durante la campaña presidencial en los EEUU casi le cuesta muy caro.
De stripper fracasado a Hollywood
En 1996, antes de convertirse en una súper estrella con un salario de USD 26 millones al año en Hollywood, de enfrentar a dinosaurios y criaturas de otra galaxia, Pratt, que por aquel entonces tenía 17 años, apenas tenía una vieja camioneta, en la que viviría una experiencia que marcaría por completo su carrera. Tras abandonar la universidad y vender cupones para ganarse la vida, decidió aceptar la invitación de un amigo de irse a vivir con él a Maui, Hawai, sin dinero y sin trabajo, teniendo que vivir por más de tres años en su auto ya que no tenía ni para pagar un cuarto de hotel ni para comer. Vivió alimentándose de lo que pescaba en el mar y realizando pequeños trabajos temporales para poder comprar lo más básico. “Fue un momento encantador”, recordó el actor en diálogo con diario británico The Independent.
De hecho, hace tiempo recordó en Facebook aquellos años en Hawai, posteando una imagen en la que escribió: “¡No puedo creer que encontré esta foto! ¡Esta es la camioneta en la que viví! En mis manos traigo el guion de la película que me sacó de Maui. Una locura”.
Pratt cuenta con un currículum muy variado y extenso. Fue vendedor en una hamburguesería, en la sala de un bingo y fue niñero. Para ganarse la vida, también probó suerte como stripper, aunque no le fue muy bien. Su noche más memorable fue quitárselo todo para la fiesta de cumpleaños de la abuela de un amigo. “Me encantaba desnudarme. Era muy libre, así que pensé que me podían pagar por eso”, le explicó el actor a Buzzfeed.
Si bien Pratt se veía lo suficientemente bien como para que le pagaran 40 dólares para quitarse la ropa, el actor también admitió que fracasó en su intento de conseguir un trabajo fijo como stripper en un club nocturno. Lo intentó, pero no tuvo mucho éxito. Según el actor, tenía el físico pero no habilidades suficientes para desnudarse al ritmo de la música.
En 2014, el actor de Virginia compartió en Twitter la primera fotografía profesional que consiguió cuando era un veinteañero que buscaba trabajo en Hollywood. La imagen parece pertenecer a la portada de una apasionante novela romántica, con los enormes rizos de Pratt, mientras que su camisa desabotonada muestra parte del pecho del intérprete.
La historia detrás de esta fotografía es bastante peculiar, como Pratt le reveló a Jimmy Fallon. “Estaba en un área de Los Ángeles llamada West Hollywood”, explicó. “Un área predominantemente gay, un lugar realmente fabuloso. Estaba en la oficina de correos y había un tipo que realmente me miró durante mucho tiempo”.
El hombre que miraba a Pratt resultó ser un fotógrafo que le preguntó al aspirante a actor si quería que le tomara una foto. Pratt no solo fue a la casa del extraño para la producción, sino que también usó la ducha del fotográfo y usó una de sus camisetas para la sesión. Hasta el día de hoy, Pratt sigue agradecido a este extraño. “Era un buen tipo. Así que si estás mirando, amigo, si te acuerdas, gracias”. La fotografía despertó interés, fue llamado para hacer un casting y consiguió un papel en la serie “Everwood’” en 2002.
Aunque ya antes habia tenido una primera experiencia actoral.
Hollywood está lleno de historias de desconocidos que caminan por Los Ángeles y son descubiertos por agentes de talento basándose únicamente en su apariencia. Algo parecido le sucedió a Pratt cuando trabajaba como mesero en un restaurante de la cadena de mariscos Bubba Gump Shrimp. En una entrevista con Vanity Fair, el actor reveló que fue un encuentro casual con la actriz Rae Dawn Chong mientras esperaba ser atendida por él cuando consiguió su primera oportunidad en la industria. Resultó que Chong estaba produciendo una comedia de terror llamada “Cursed Part 3”. Por su gran atractivo, la mujer lo audicionó para el papel principal, que el actor logró conseguir. La película en sí hizo poco para avanzar en la carrera de Pratt, y el propio actor la denominó “la peor película que había visto en mi vida”. Pero jugó un papel importante, sin embargo, ya que según Pratt, “la única razón por la que aparecí en esa fue película fue sólo para que me llevaran a Hollywood”.
Pratt además estaba feliz con su primer salario como actor: 700 dólares. Hoy ha amasado una fortuna como superhéroe y escapando de dinosaurios. De acuerdo al sitio Variety, recibió USD 10 millones por su trabajo en “Jurassic World: Fallen Kingdom” en 2018.
Su transformación en un superhéroe de Marvel
Los actores a menudo son elogiados por ganar peso para un papel dramático, como Christian Bale por “Vice” o Jared Leto por “Chapter 27”. Chris Pratt atravesó un viaje similar, pero para conseguir trabajo como comediante, como explicó el propio actor.
Cuando un fanático en una charla abierta vía Reddit le preguntó sobre su pasado como actor de comedia con unos kilos de más, Pratt explicó que aumentar de peso en realidad fue algo “intencional” y que lo ayudó a conseguir mejores papeles. “Tenía confianza y estaba en buena forma cuando llegué por primera vez a Los Ángeles, pero nadie me eligió para ningún papel bien escrito”, contó el actor. “Las personas asumían, según mi apariencia, que era un idiota. Solo me llamaban para interpretar personajes tontos y odiados”.
Pratt encontró que este tipo de encasillamiento limitaba su carrera. Cuando fue elegido para interpretar a Andy Dwyer, un treintañero descuidado con barriga y papada, para la comedia televisiva “Parks and Recreation” (2009-2015), el actor eligió subir más de 20 kilos para el papel con permiso del creador de la serie, el guionista y productor Michael Schur. “No fue hasta que construí un exterior de idiota, que se mantuvo en marcado contraste con mi confianza interior, en que la gente me dio espacio para hacer comedia”, explicó el intérprete, que finalmente pudo dar rienda suelta a sus habilidades para hacer reír.
Pero todo cambió el día en que decidió probar con otros géneros en el cine. Cuando que se presentó al casting de la película “Moneyball” (2011) y le dijeron que era demasiado gordo para hacer de jugador de béisbol. Decidió dejar de beber, cuidó su alimentación y se puso a hacer ejercicio. Con este viraje hacia la vida saludable no solo consiguió entrar en el reparto de la producción protagonizada por Brad Pitt, sino que además consiguió su propia película de superhéroes con “Guardianes de la Galaxia” de Marvel. Con un cuerpo trabajado ya con un perfil más de galán, Pratt entró al club de los sex symbols de Hollywood.
Antes había llegado a pesar 136 kilos. “No siempre he estado gordo, pero sí lo he estado durante una época de mi vida, casi ocho años. En cierto modo, fue muy divertido porque me encanta comer y beber cerveza, pero también estaba muy deprimido. Tenía 31 años y serios problemas de salud que me estaban afectando”, aseguró el actor en la Comic-Con 2013, cuando ya había conseguido transformar su cuerpo hasta dejarlo en aproximadamente 100 kilos de puro músculo. Un cambio que le abrió otras puertas, reconoció. “Estoy compitiendo para papeles que nadie habría considerado para mí antes”.
Cuando hizo la prueba para la película de James Gunn ya había perdido algo de peso, pero aún estaba fuera de forma. Lo contrataron con la condición de que adelgazara más. Pratt dio su palabra y trabajó muy duro para lograrlo. En tan solo seis meses, el intérprete estadounidense, que mide 1,91 metros, lo consiguió. Además de dejar el alcohol, empezó a ejercitar seis veces a la semana en sesiones de tres horas diarias con Duffy Gaver, antiguo Navy Seal convertido en famoso preparador físico, un hombre que no es ajeno a las exigencias de los rodajes, y ha entrenado a clientes como Tobey Maguire o Brad Pitt.
“Creo que el cuerpo de Chris en ese momento funcionaba para el tipo de actor que era, pero ya era hora de un cambio”, dijo Gave cuando fue consultado sobre el plan de entrenamiento de alta intensidad que transformó al actor en todo un superhéroe de Marvel. “Estoy muy orgulloso del trabajo que hice con él, porque le hizo pasar de ser un tipo determinado de personaje a ser un protagonista. Y un protagonista muy solicitado”.
Al borde de ser cancelado por su ideología política y religiosa
En 2020 cuando Hollywood salía en masa a apoyar a Joe Biden para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca, Chris Pratt se enfrentó a una crisis de imagen sin precedentes. Fue porque decidió no presentarse en un acto de “Los Vengadores”, saga de la que es uno de los protagonistas, en apoyo al candidato demócrata. Recibió feroces críticas en las redes y sufrió una campaña de “cancelación”. Muchos usuarios lo acusaron de “supremacista blanco” por no mostrar su respaldo público al actual presidente estadounidense, exigiendo su despido de la exitosa franquicia de Marvel.
Su falta de posicionamiento en la campaña electoral, sumado a su estilo de vida conservador, convirtió al intérprete en “El Peor Chris de Hollywood”. Todo comenzó cuando la directora Amy Berg publicó en Twitter una especie de encuesta en la que invitaba a los usuarios a elegir cuál de estos cuatros actores se “tiene que ir” junto a las fotografías de Chris Pratt, Chris Evans, Chris Hemsworth y Chris Pine. Pratt fue el que recibió más votos.
En simultáneo el actor fue visto paseando junto a su mujer, Katherine Schwarzenegger, con una camiseta con la bandera americana con una serpiente y el lema “Don’t Tread on Me” (”No me pisotees”), considerada racista y vinculada a los supremacistas blancos.
A medida que los usuarios compartían información sobre él, desde su vínculo con la Iglesia Hillsong anti-LGBTQ hasta su posible apoyo al partido republicano, sus compañeros del universo Marvel, desde Mark Ruffalo hasta Robert Downey Jr, lo defendieron ferozmente.
“Que no sea un activista político no indica ni significa nada” dijo Ruffalo, mientras que Downey Jr declaró: “Es un verdadero cristiano que vive por principios, nunca ha demostrado nada más que positividad y gratitud”. Por su parte, James Gunn, director de las películas de los “Guardianes de la Galaxia”, expresó: “Es el mejor tipo del mundo. He pasado horas y horas compartiendo mis verdades más profundas con este hombre. Por favor, dejen de asumir lo que él cree, políticamente o en cualquier otro ámbito, solo porque es cristiano”.
Pratt eligió el silencio.
Muchos recordaron esos días a la actriz Ellen Page, ahora Elliot Page, que acusó a la iglesia de Pratt de defender y difundir ideas homófobas alegando que esta “es tan anti-LGBTQ, que es infame”. En ese entonces, en 2019, el actor se defendió públicamente: “Mi fe es importante para mí, pero no define mi estilo de vida. Mis valores son los que me definen”.
“A pesar de lo que dice la Biblia acerca del divorcio, mi Iglesia estuvo a mi lado durante todo el proceso, sin juzgarme, acompañándome a cada paso en el camino”, añadió el artista haciendo referencia a su separación de la actriz Anna Faris, madre de su primer hijo, Jack, y de quien se divorció en 2018. “Soy un hombre convencido de que todas las personas tienen el derecho de amar a quien quieran sin ser juzgados por el prójimo”, sentenció.
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